Una
gran marcha la realizada en busca del acueducto situado entre las poblaciones
de Chelva y Calles. Espectacular, inolvidable en un trayecto no complicado pero
dónde lo inesperado podía producirse en cualquier momento.
gran marcha la realizada en busca del acueducto situado entre las poblaciones
de Chelva y Calles. Espectacular, inolvidable en un trayecto no complicado pero
dónde lo inesperado podía producirse en cualquier momento.
Era
difícil superar a la excursión de octubre llevada a cabo por la Sierra de
Espadán con las vistas, el tiempo y el buen ánimo de todos los que la hicimos,
pero esta marcha la superó con creces.
difícil superar a la excursión de octubre llevada a cabo por la Sierra de
Espadán con las vistas, el tiempo y el buen ánimo de todos los que la hicimos,
pero esta marcha la superó con creces.
Salimos
y volvimos a Chelva en una ruta circular que pasó por Calles. El destino
llegar, aproximadamente a mitad de camino, a Peña Cortada con los
impresionantes de los arcos del acueducto allí situados.
y volvimos a Chelva en una ruta circular que pasó por Calles. El destino
llegar, aproximadamente a mitad de camino, a Peña Cortada con los
impresionantes de los arcos del acueducto allí situados.
Una
ruta en la que encontramos gente diversa en su camino como si fuera la ruta (en
menos) siempre concurrida del Cares en los Picos de Europa. Bastantes personas
y de todas las edades y condiciones: familias, jóvenes, senderistas, mayores…
ruta en la que encontramos gente diversa en su camino como si fuera la ruta (en
menos) siempre concurrida del Cares en los Picos de Europa. Bastantes personas
y de todas las edades y condiciones: familias, jóvenes, senderistas, mayores…
No
es raro suponer que en muchos casos no recorrieran los kilómetros que nosotros
hicimos y que quedará en el misterio si fueron unos dieciséis o cerca de
diecinueve. Los marcadores de dos compañeros no se pusieron, al final del
camino, de acuerdo.
es raro suponer que en muchos casos no recorrieran los kilómetros que nosotros
hicimos y que quedará en el misterio si fueron unos dieciséis o cerca de
diecinueve. Los marcadores de dos compañeros no se pusieron, al final del
camino, de acuerdo.
Empezamos
en Chelva con la impresionante portada de la Iglesia barroca presidiendo la
plaza mayor. Y su torre con el reloj que indica hora, día de la semana y mes. Sorprendió
a los excursionistas que no la conocían. Lástima que estuviera cerrada y no
pudieran verla por dentro. Los que sí lo hicieron en el viaje de finales de
septiembre a Chelva-Ademuz dieron buena de fe de ello.
en Chelva con la impresionante portada de la Iglesia barroca presidiendo la
plaza mayor. Y su torre con el reloj que indica hora, día de la semana y mes. Sorprendió
a los excursionistas que no la conocían. Lástima que estuviera cerrada y no
pudieran verla por dentro. Los que sí lo hicieron en el viaje de finales de
septiembre a Chelva-Ademuz dieron buena de fe de ello.
Después
camino adelante con muchas rutas posibles marcadas con el distintivo de GR de
pequeño recorrido. Rutas circulares con viaje de ida y vuelta a Chelva poco
complicadas pero con algunos, no previstos, problemas debidos a las recientes
lluvias. El primero nada más salir del punto de partida marcado con flechas
(tanto en esa población como en Calles: Acueducto, Peña Cortada. Tanto da una u
otra indicación).
camino adelante con muchas rutas posibles marcadas con el distintivo de GR de
pequeño recorrido. Rutas circulares con viaje de ida y vuelta a Chelva poco
complicadas pero con algunos, no previstos, problemas debidos a las recientes
lluvias. El primero nada más salir del punto de partida marcado con flechas
(tanto en esa población como en Calles: Acueducto, Peña Cortada. Tanto da una u
otra indicación).
Dejamos
a un lado la plaza de toros pasamos cerca de la Torrecilla, una torre vigía de
origen islámico. Muy por encima de nosotros el pico del Remedio donde se
encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Remedios.
a un lado la plaza de toros pasamos cerca de la Torrecilla, una torre vigía de
origen islámico. Muy por encima de nosotros el pico del Remedio donde se
encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Remedios.
Por
la senda donde caminamos, en un día soleado pero no, por fortuna, con demasiado
calor, pasamos por unos bonitos parajes cuya vegetación aparece dorada por la
estación otoñal.
la senda donde caminamos, en un día soleado pero no, por fortuna, con demasiado
calor, pasamos por unos bonitos parajes cuya vegetación aparece dorada por la
estación otoñal.
Y
después, de la nada, en una oquedad, la gran sorpresa: los enormes arcos del
gran acueducto de Peña Cortada colocados allí en un sitio increíble, salvando
el Barranco del Gato y con más de 30 m de altura.
después, de la nada, en una oquedad, la gran sorpresa: los enormes arcos del
gran acueducto de Peña Cortada colocados allí en un sitio increíble, salvando
el Barranco del Gato y con más de 30 m de altura.
Por encima de los
arcos, siguiendo lo que fue el acueducto, pasamos de un lado a otro sin
dificultad. Siguiendo el camino trazado
para la conducción de agua (propiamente el acueducto) atravesamos la peña
cortada que da nombre al lugar.
arcos, siguiendo lo que fue el acueducto, pasamos de un lado a otro sin
dificultad. Siguiendo el camino trazado
para la conducción de agua (propiamente el acueducto) atravesamos la peña
cortada que da nombre al lugar.
A medida que nos alejamos podemos contemplar
realmente el espectacular y perfecto corte de la roca para propiciar ese
traslado del agua. Resulta casi imposible imaginar cómo fue tan perfectamente
cortada la roca siglos, muchos siglos, atrás. Todo un espectáculo contemplar
esa roca partida de unos 25 de alto y
una anchura de 2m.
realmente el espectacular y perfecto corte de la roca para propiciar ese
traslado del agua. Resulta casi imposible imaginar cómo fue tan perfectamente
cortada la roca siglos, muchos siglos, atrás. Todo un espectáculo contemplar
esa roca partida de unos 25 de alto y
una anchura de 2m.
El
camino una vez traspasada Peña Cortada pasa por unos túneles. Ahí tuvo lugar la
primera dificultad. El
paso de los túneles en su mayor parte tuvo que realizarse siguiendo el
acueducto con agua en todos los tramos. En algunos tanta que hubo que hacer
equilibrios para pasar evitando que el agua, a pesar de las botas de montaña,
nos calase los pies. Hay quien se
descalzó o quienes, como nuestro experto guía, optaron por atravesarlos
corriendo lo que impedía, en gran parte, que el agua entrase en las botas.
camino una vez traspasada Peña Cortada pasa por unos túneles. Ahí tuvo lugar la
primera dificultad. El
paso de los túneles en su mayor parte tuvo que realizarse siguiendo el
acueducto con agua en todos los tramos. En algunos tanta que hubo que hacer
equilibrios para pasar evitando que el agua, a pesar de las botas de montaña,
nos calase los pies. Hay quien se
descalzó o quienes, como nuestro experto guía, optaron por atravesarlos
corriendo lo que impedía, en gran parte, que el agua entrase en las botas.
Dejando
al fondo el espectáculo de Peña Cortada en bajada nos adentramos en otro tramo
impresionante del camino caminando en zig-zag para llegar al pueblo de Calles.
al fondo el espectáculo de Peña Cortada en bajada nos adentramos en otro tramo
impresionante del camino caminando en zig-zag para llegar al pueblo de Calles.
Desde
Calles siguiendo el río Tuejar, por la
senda conocida como del agua, nos dirigimos a Chelva. Los campos que cruzamos
aparecen anegados del agua debido a las grandes lluvias de comienzo de semana.
En los márgenes del río se acumula la maleza y en algunos lugares aparecen
árboles desgajados.
Calles siguiendo el río Tuejar, por la
senda conocida como del agua, nos dirigimos a Chelva. Los campos que cruzamos
aparecen anegados del agua debido a las grandes lluvias de comienzo de semana.
En los márgenes del río se acumula la maleza y en algunos lugares aparecen
árboles desgajados.
Después
de comer en un remonte del río continuamos nuestro camino. Al poco tiempo el
sendero parece acabarse: no hay continuidad posible pero esa es la senda. ¿Qué
ha ocurrido? Gracias a nuestro experto guía Luis pronto se tendrá la respuesta:
el agua ha acumulado una enorme cantidad de ramas de todo tipo sobre el paso de
un puente de piedra preciso para
pasar a la otra parte.
de comer en un remonte del río continuamos nuestro camino. Al poco tiempo el
sendero parece acabarse: no hay continuidad posible pero esa es la senda. ¿Qué
ha ocurrido? Gracias a nuestro experto guía Luis pronto se tendrá la respuesta:
el agua ha acumulado una enorme cantidad de ramas de todo tipo sobre el paso de
un puente de piedra preciso para
pasar a la otra parte.
Esa
fue la gran odisea del día: quitar, primero, parte de las ramas, en segundo
lugar con cuidado trepar por las que
quedaban para poder asentarnos en el puente.
Algunas fotografías de los senderistas atestiguan el paso. No sólo eso,
también, en algún caso, dan la sensación de estar atravesando… una selva.
fue la gran odisea del día: quitar, primero, parte de las ramas, en segundo
lugar con cuidado trepar por las que
quedaban para poder asentarnos en el puente.
Algunas fotografías de los senderistas atestiguan el paso. No sólo eso,
también, en algún caso, dan la sensación de estar atravesando… una selva.
Sin
más problemas llegamos a la… empinada cuesta que conduce a la entrada de Chelva
por su barrio morisco. Cansados
y satisfechos repusimos fuerzas en los bares de la Plaza Mayor antes de volver
al bus con las ganas de volver a acometer próximas rutas.
más problemas llegamos a la… empinada cuesta que conduce a la entrada de Chelva
por su barrio morisco. Cansados
y satisfechos repusimos fuerzas en los bares de la Plaza Mayor antes de volver
al bus con las ganas de volver a acometer próximas rutas.
(Texto A.B. y fotos de Elvira Ramos)