«Hemos visto y escuchado muchas cosas sobre violencia de género. No obstante, todavía lo
identificamos con golpes y asesinatos, y pasamos por alto un montón de actitudes que no dejan huellas físicas pero que destrozan vidas. Saber detectarlas a tiempo es evitar algo mucho peor».

El pasado cinco de abril se celebró la conferencia de la fiscal Susana Gisbert con el título “La violencia de género mas allá de los golpes”.
Susana Gisbert es experta en esta materia y actualmente fiscal delegada de delitos de odio en la fiscalía de Valencia. También es escritora, tanto de artículos y relatos como de novelas, relacionadas con este tema de su especialidad.

En su conferencia indicó que al pensar en violencia de género, siempre nos aparece la imagen de una mujer sobre la que se ejerce violencia física, de mayor o menor gravedad hasta la peor, la muerte de la mujer; pero que esta no es la única violencia, existen otras, que habitualmente la preceden y en ocasiones más difíciles de detectar.
Comenzó refiriéndose a la definición legal en sus dos aspectos, en España, según la ley, violencia de género es la que se ejerce contra la mujer por quienes sean o hayan sido cónyuges o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares, aún sin convivencia, y como manifestación de discriminación, desigualdad o poder de los hombres sobre las mujeres.
Insistió que esto no significa que otros tipos de violencia sobre las mujeres no estén castigados, lo están igualmente, pero por otras vías dentro del Código Penal.
Aclaró conceptos respecto de otros tipos de violencia que existen, como la violencia económica, al negar a la mujer cantidades sea para el hogar, o que le corresponden durante el matrimonio, o después, al no pagar las pensiones acordadas en el divorcio; la violencia por poderes, cuando se ejerce por medio de otras personas, por ejemplo haciendo un uso interesado de la justicia en relación con decisiones, colegios, vacaciones etc en relación con los hijos, para persistir en el acoso una vez producido el divorcio, o violencia institucional e incluso obstétrica, cuando puede existir desde la medicina y sobre todo la violencia vicaria, por medio de los hijos, para hacer daño a todos (mujer e hijos).
Todo ello poniendo ejemplos de supuestos gracias a su experiencia.

Insistió en la necesidad de que cada persona preste atención a los posibles casos cercanos, de forma que sea posible ayudar y acompañar a las mujeres víctimas en su proceso, y no dejarlas en el aislamiento que suelen buscar los varones.
En resumen una interesante conferencia sobre un tema muy importante y de evidente actualidad.

(Escribe: Concha Gisbert)