La primera convocatoria del taller de fotografía después
de las fiestas de fin de año trajo una muy agradable sorpresa. Manolo nos proponía
visitar La Lonja el 10 de enero con un guía de excepción: D. Manuel Jesús
Ramírez Blanco (Arquitecto Restaurador de La Lonja). Cuando llegué hace tres años a Valencia,
por supuesto visité este edificio tan especial, pero una visita con un testigo
tan excepcional, no me hizo dudar ni un minuto y como pude comprobar esa fue también
la reacción de la mayoría de los compañeros del taller.
de las fiestas de fin de año trajo una muy agradable sorpresa. Manolo nos proponía
visitar La Lonja el 10 de enero con un guía de excepción: D. Manuel Jesús
Ramírez Blanco (Arquitecto Restaurador de La Lonja). Cuando llegué hace tres años a Valencia,
por supuesto visité este edificio tan especial, pero una visita con un testigo
tan excepcional, no me hizo dudar ni un minuto y como pude comprobar esa fue también
la reacción de la mayoría de los compañeros del taller.
A las 10.30 estábamos reunidos en la Plaza del
Collado listos y armados de nuestras cámaras para iniciar la visita. ¡No
defraudó! ¡Qué bien hicimos!
Collado listos y armados de nuestras cámaras para iniciar la visita. ¡No
defraudó! ¡Qué bien hicimos!
Manuel Jesús Ramírez vive la Lonja y transmite con
estusiasmo y sencillez cada detalle histórico-arquitectónico desde su
construcción inicial, sus ampliaciones así como los trabajos de restauración
que se realizaron bajo su dirección, resaltando su preocupación por el respeto de
la obra de los creadores y teniendo siempre en cuenta de dejar testimonio de lo
original a los futuros arquitectos y restauradores.
estusiasmo y sencillez cada detalle histórico-arquitectónico desde su
construcción inicial, sus ampliaciones así como los trabajos de restauración
que se realizaron bajo su dirección, resaltando su preocupación por el respeto de
la obra de los creadores y teniendo siempre en cuenta de dejar testimonio de lo
original a los futuros arquitectos y restauradores.
Así nos recordó que el edificio de La Lonja, como
lo conocemos hoy, no es un único edificio sino un conjunto de cinco edificios
que se hicieron necesarios a medida que el comercio de la seda que se realizaba
inicialmente por tierra fue creciendo y entonces se aprovecharon las vías marítimas
del puerto de Valencia en plena expansión. En cada momento resaltaba la
envergadura de la creatividad de Pere Compte y nos daba detalles sobre el
alcance de los trabajos de restauración.
lo conocemos hoy, no es un único edificio sino un conjunto de cinco edificios
que se hicieron necesarios a medida que el comercio de la seda que se realizaba
inicialmente por tierra fue creciendo y entonces se aprovecharon las vías marítimas
del puerto de Valencia en plena expansión. En cada momento resaltaba la
envergadura de la creatividad de Pere Compte y nos daba detalles sobre el
alcance de los trabajos de restauración.
La visita fue muy interesante y tan amena que todos
agradecemos haber podido disfrutar de esa señalada visita, con información tan
privilegiada y fuera de las aglomeraciones de las visitas turísticas habituales.
agradecemos haber podido disfrutar de esa señalada visita, con información tan
privilegiada y fuera de las aglomeraciones de las visitas turísticas habituales.
Mi más sincero agradecimiento a Manolo Marzal por
organizar esta visita y a Manuel Jesús Ramírez Blanco por brindarnos esta
oportunidad y regalar unas horas de su tiempo libre a unos aficionados a la
fotografía. ¡No sé cómo serán las fotos, pero la visita fue de primera!
organizar esta visita y a Manuel Jesús Ramírez Blanco por brindarnos esta
oportunidad y regalar unas horas de su tiempo libre a unos aficionados a la
fotografía. ¡No sé cómo serán las fotos, pero la visita fue de primera!
(Texto y fotos de Yvette Gillot)