Esta
exposición, que ahora nos ofrece el Centro Cultural Bancaja de Valencia, reúne
una selección de más 100 piezas entre fotografías, carteles, recortes de
prensa, revistas, folletos, discos, programas de mano y objetos que reflejan
cómo la música de jazz tuvo en nuestra ciudad una época esplendor durante una
veintena de años, entre finales de los
setenta y mediados de los noventa. Conciertos y los primeros festivales
internacionales coincidieron con la puesta en marcha de clubes tan emblemáticos
como Perdido Club (1980-1995), donde
se formaron varias generaciones de músicos locales.
exposición, que ahora nos ofrece el Centro Cultural Bancaja de Valencia, reúne
una selección de más 100 piezas entre fotografías, carteles, recortes de
prensa, revistas, folletos, discos, programas de mano y objetos que reflejan
cómo la música de jazz tuvo en nuestra ciudad una época esplendor durante una
veintena de años, entre finales de los
setenta y mediados de los noventa. Conciertos y los primeros festivales
internacionales coincidieron con la puesta en marcha de clubes tan emblemáticos
como Perdido Club (1980-1995), donde
se formaron varias generaciones de músicos locales.
La
muestra está comisariada por los críticos e historiadores Jorge García y Toni
Picazo y recorre cronológicamente las diferentes iniciativas que surgieron en
Valencia en torno al jazz en ese momento.
muestra está comisariada por los críticos e historiadores Jorge García y Toni
Picazo y recorre cronológicamente las diferentes iniciativas que surgieron en
Valencia en torno al jazz en ese momento.
Para un mejor entendimiento la
exposición se estructura en tres grandes
bloques: los antecedentes, la importancia del club Perdido y la eclosión del género. Tras repasar los primeros pasos
de la música jazz en la ciudad a mediados de los años 70, la exposición se
centra en el club Perdido como un
espacio que trascendió el ámbito local y pasó a convertirse en un club español
de referencia con un papel aglutinador de las diferentes iniciativas que
surgieron en torno al género. Para finalizar con la época de consolidación del
género, etapa en la que Fundación Bancaja jugó un papel importante en el
impulso del jazz en Valencia ya que desde 1991 a 1998, su sede en la Plaza
Tetuán acogió conciertos, tanto de músicos consagrados como de jóvenes
promesas, además de numerosos músicos valencianos.
exposición se estructura en tres grandes
bloques: los antecedentes, la importancia del club Perdido y la eclosión del género. Tras repasar los primeros pasos
de la música jazz en la ciudad a mediados de los años 70, la exposición se
centra en el club Perdido como un
espacio que trascendió el ámbito local y pasó a convertirse en un club español
de referencia con un papel aglutinador de las diferentes iniciativas que
surgieron en torno al género. Para finalizar con la época de consolidación del
género, etapa en la que Fundación Bancaja jugó un papel importante en el
impulso del jazz en Valencia ya que desde 1991 a 1998, su sede en la Plaza
Tetuán acogió conciertos, tanto de músicos consagrados como de jóvenes
promesas, además de numerosos músicos valencianos.
Completa la muestra un audiovisual que recoge actuaciones de
alumnos en varios seminarios organizados por Fundación Bancaja.
alumnos en varios seminarios organizados por Fundación Bancaja.
En la misma sala de la exposición
hay programados tres conciertos: Ramón Cardo & Joan Soler Quartet, actuarán
el 25 de febrero; Tino Gil & José Luis Granell Quartet el 3 de marzo y
Steady Jazz Trio el 7 de abril. Todos ellos precedidos de un coloquio con los músicos, así
como una mesa redonda que abordará las relaciones entre el jazz, la ilustración
y el diseño en Valencia. La entrada es gratuita.Hasta el 8 de mayo.
hay programados tres conciertos: Ramón Cardo & Joan Soler Quartet, actuarán
el 25 de febrero; Tino Gil & José Luis Granell Quartet el 3 de marzo y
Steady Jazz Trio el 7 de abril. Todos ellos precedidos de un coloquio con los músicos, así
como una mesa redonda que abordará las relaciones entre el jazz, la ilustración
y el diseño en Valencia. La entrada es gratuita.Hasta el 8 de mayo.
Manuela García