Acaba junio y después de un curso muy intenso, lleno de momentos satisfactorios, de tardes de ensayos, de preparativos para los conciertos, de emociones, de preocupación por los compañeros y de convivencia llega la despedida de la coral para disfrutar de un merecido descanso. Muchos de nuestros componentes ya son abuelitos y van a disfrutar de sus nietos, otros harán algún viaje, otros aprovecharemos para descansar, y gozar del tiempo libre y poder dar “rienda suelta” a nuestras aficiones.
Seguro que todos sacaremos un tiempo diariamente para cantar: unos en la ducha, otros para dormir a algún bebé, para que nuestras cuerdas vocales no pierdan el hábito y estén en perfecta situación cuando recomencemos los ensayos.
Hasta última hora, hemos estado cantando y dando todo lo bueno de que somos capaces. Los nuevos compañeros que iniciaron el taller este curso, han sido acogidos entre nosotros y hemos compartido no solo el aprendizaje de las partituras sino también muchos momentos en que las personas estaban por delante de todo. Momentos de crecimiento personal por empatía con los otros y momentos de satisfacción y alegrías.
Fundamentalmente somos unas personas que disfrutamos juntos, realizamos una actividad que nos agrada sobre todo y hemos consolidado una preciosa relación interpersonal.
Con vista al curso próximo tenemos muchas actividades en perspectiva y para ello ya estará trabajando nuestro director Agustín Alamán buscando nuevas obras y así ir ampliando nuestro repertorio. Hemos conseguido que nuestras voces vayan mejorando y, teniendo en cuenta que en este taller no se seleccionan las voces, cada vez sonamos mejor. Así nos lo han comentado personas que han seguido nuestra trayectoria desde el comienzo del taller.
Con vistas al curso próximo, esperamos contar con nuevos compañeros que se incorporen al taller y que estén dispuestos a compartir con nosotros, con ilusión y responsabilidad, los nuevos conciertos que vayan surgiendo a lo largo del año.
¡¡¡Un feliz verano para todos!!!
Liberia Sanchis Comorera