El objetivo del seminario era acercar las matemáticas a la vida cotidiana, romper inercias y leyendas oscuras de esta disciplina, y evidenciar su transversalidad y la capacidad de abstracción que nos aportan.
Ese era el objetivo. Pero luego, la realidad de las conversaciones que hemos mantenido y el desarrollo de las diferentes sesiones, ha multiplicado los resultados.
No solo hemos razonado ni solo hemos descubierto el poder del lenguaje; no nos hemos quedado en jugar con los signos y los números ni en desmenuzar lo que significa operar; con la participación de todos y todas, también se ha generado un ambiente afectivo y efectivo que ha propiciado un escenario favorecedor del aprendizaje.
Se ha puesto de manifiesto que sabíamos más matemáticas de lo que pensábamos, que estas empapan nuestra vida cotidiana y que, con ellas, podemos entender mejor esta sociedad que compartimos.
(escribe: Rafa Rivera)