Un asunto de familia (4) de Hirokazu Kore-eda
El mundo de Kore-eda
Un título mal escogido encubre el original del filme, Ladrones de tienda, la última y estupenda obra con las que nos obsequia el que quizá es el mejor director de cine japonés actual: Kore-eda. Después de la interesante, y no tan alejada como parece de su temática principal (la familia), El tercer asesinato, vuelve a ese mundo por el que transita la mayor parte de su filmografía. Un cine que, sin duda, bebe en la obra del maestro del cine japonés Ozu, pero desde una propia perspectiva. El cine de Ozu, de soledades y de amor en un Japón posterior a la Guerra, da paso, a través del cine de Kore-eda, a la esperanza desesperada o la desesperanza esperanzadora al contemplar el Japón actual, donde al lado de la opulencia existe la miseria. No todo es brillo en la actualidad. .
Kore-eda se pregunta sobre la familia y los lazos que la unen, sobre lo que es y no es la familia. Las estructuras familiares son puestas en evidencia. ¿Quién se puede decir que es la verdadera madre, quien da a luz un niño o quien, sin haberlo hecho, le da amor? ¿Cuál es, en definitiva, la verdadera familia la formada por no parentescos sanguíneos o aquella que si los tiene pero en la que los hijos son olvidados?
La mirada de Kore-eda no juzga, sólo se decida a mirar a unos personajes que han formado una familia procedente de lo que serían, o se denominan, verdaderas familias, que desde la pobreza se unen, se defienden en su malvivir: uno de los niños, encontrado ni se sabe cómo, se dedica a robar junto a su padre en las tienda lo necesario para poder vivir, una niña pequeña es recogida en la calle, ignorada por sus padres. Aquellos pobres, estos con recursos. Una pobreza que se sustenta, incluso, desde unas ganancias insuficientes en el trabajo de la mujer y el hombre.
Excelente tanto en la utilización del fuera de campo como en la elipsis, el filme, cercano a uno muy anterior de Kore-eda, Nadie lo sabe, posee dos claras partes complementarias. En la primera asistimos a una serie de acciones sabiendo poco de la relación entre los personajes de la familia protagonista (una unión de personas desclasadas, expulsadas de la sociedad), pero conociendo sus intereses y su unión, mientras que en la segunda, y de forma somera, se procede, en breves escenas, a explicar su cómo y su porqué
Dos escenas sobre todo dignas de ser destacadas, la de la muerte de la abuela, con el plano anterior a ese fallecimiento premonitorio del mismo (un ejemplo para tantos realizadores actuales dados a la redundancia narrativa, de la que no se libra ni Cuarón en Roma) y el soberbio final. Kore-eda es uno de los realizadores, el final de su anterior El tercer asesinato era también ejemplar, que mejor sabe clausurar sus filmes.
Ralph rompe Internet (3) de Rich Moore y Phill Johnston y Spirden-man, un nuevo universo (3) de Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman
Dos filmes de animación de indudable interés. Si Ralph rompe internet es divertida, tiene personajes y momentos muy conseguidos, Spider-man, un mundo nuevo es un prodigio del cine de animación, comparable en su calidad, o más, a lo que supuso hace poco años Kubo y las dos cuerdas mágicas.
Ralp sigue su caminar por el cine de animación, presentado en la conseguida Rompe Ralp!, personaje de un videojuego dispuesto a demostrar que no es ni un ogro, ni el malo del mismo. Ahora (uno de los realizadores fue uno de los creadores de la interesante Zootropólis) le toca defender la máquina de videojuegos viajando a Internet en busca del volante que hará posible sigue existiendo su mundo. Allá va con su amiga Vanellope arrojándose en manos de, quizá, sus propios competidores. El viaje por Internet, con sus pistas congestionadas, con sus subastas y personajes bien trazados resulta en general divertido. Ahí está por ejemplo ese especie de sabelotodo listillo émulo de google o de cualquier otro buscador o lo mejor del filme: la presencia de las princesas de las películas Disney. Con un cierto, por eso de las conexiones y circuitos, la película puede recordar a Del revés, no algo ilógico ya que en la producción esta Lasseter, el gran jefe de la Pixar, adscrita hoy a la Disney.
Si Ralp rompe internet está muy bien conseguida, aparte de ser divertida, con respecto a su animación, Spirder-man, un nuevo universo la supera en el aspecto animado, en su perfección. No sólo ya que en todo momento trata, con una serie de personajes que se convierten en distintos hombres arañas, dentro de una historia que juega con realidad y la imaginación (¿ocurre lo que vemos o es simplemente la visión del relato que elabora el protagonista?). En todo momento alude a su carácter primario, es decir al comic original de Stan Lee, tanto por medio de los colores utilizados, como por el acercamiento a las viñetas originales en sus juegos de distintas imágenes en el mismo plano o en la utilización de textos u onomatopeyas escritas. De los tres directores que han intervenido en el proyecto sólo uno de ellos ha intervenido en otro filme, además también de superhéroes. Se trata de Peter Ramsey, realizador en 2012 de El origen de los guardianes.
Sin forzar mucho el desarrollo, ambas películas se asientan en planteamientos actuales o en defensa de diversos valores. La primera reivindica claramente el papel de la mujer y la segunda opta por dejar claro que cualquiera, incluso apoyándose en unas palabras de Stan Le, puede ser un Spider-man. Cada uno de nosotros, de acuerdo a nuestras posibilidades, en una palabra podemos poner nuestro granito de arena para ayudar o socorrer a quien lo necesite.
Lo que esconde Silver Lake (1) de David Robert Mitchell
David Robert Mitchell sorprendió con su segundo largometraje, It Follow (el primero El mito de la adolescencia no llegó a estrenarse comercialmente en España), por lo que había expectación por conocer su nueva propuesta.
Lo original, novedoso de su anterior película se convierte en ésta en un batiburrillo de citas y homenajes que llevan al espectador a desinteresarse por lo que está viendo.
Un buen comienzo: una panorámica nos lleva dese la visión, desde dentro de un establecimiento, a un primerplano del rostro del protagonista, sirve para explicar lo que va a venir a continuación o mejor dicho, desde dónde y de qué forma ocurrirá todo lo presentando en las imágenes. Estamos ante la narración de unos hechos a través de la mirada personal, y de los pensamientos, del protagonista. Una forma de pensar y actual mediatizada también por los carteles cinematográficos que pueblan su habitación: la presencia del anuncio de La ventana indiscreta relaciona al protagonista con un voyeur, algo que reafirma con (al igual que hiciera James Stewart en la maravillosa película de Hitchcock) su murada a las ventanas enfrente de la suya, sentado y con unos prismáticos.
Con todo el filme resulta, aparte de redundante, y poco eficaz a pesar de unos veinte primeros minutos notables (aunque demasiado elocuente está bien construida la primera escena sexual del protagonista con su amiga), se encalla cuando parece que la trama va a arrancar. En realidad es un morderse la cola sin efectividad al intentar, en su atmósfera, asemejarse al cine de David Lynch en su planteamiento onírico, al mostrar la bajada a los infiernos. Lo que ocurre es que para llegar a recrear esa atmosfera se necesita recurrir al original, es decir a una parte (no toda) del mejor cine de Lynch
Quedan apuntes, momentos pero en conjunto el filme se desequilibra y bascula hacia un terreno baldío, donde sólo la iluminación parece centrar una historia alargada hasta lo indecible, y es que casi dos horas y media pesan mucho en un filme arrítmico y con poco enjundia. Una lástima.
Escribe: Adolfo Bellido López