Desde el confinamiento esta sección de nuestra web quedó paralizada. Varias circunstancias me han llevado a ello, pero no la que pude presumirse, se deba a que durante dos años haya estado sin acudir al cine. No ha sido así, desde el primer momento que abrieron los cines, he acudido semanalmente a las salas de cine, lugar ideal para ver una peli (en pantalla grande, con buen sonido, buenos asientos) y también a las plataformas donde además de ver alguna serie (que las hay) de intereses (Borgen, Thegoodfight, Dopesick: Historia de una adición, Yelowjackets, Gambito de dama…), también he podido ver películas que no han tenido acceso a salas (No mires arriba, El juicio de los siete de Chicago, Ser los Ricardos, Small Axe…) o si fueron estrenadas en cine, su pase por ellos fue muy limitada a pesar de su gran interés (FirstCow, Uno de nosotros, Noticias del gran mundo, Sólo las bestias…).
En esta vuelta haré un pequeño repaso a las diferentes películas nominadas para el Oscar a la mejor película
Una pequeña advertencia: hay filmes con producción, sobre todo, con capital extranjero (es decir, no norteamericano), pero al tener una parte, aunque pequeña de producción americana, pueden ser nominadas a los Oscar. Y no solo por esa razón, hay otras que también permiten a las películas extranjeras ganar, aunque no lo es normal, varios Oscar, incluso el concedido a la mejor película. Recuérdese como en 2020 el Oscar máximo se concedió al filme de Corea del Sur, Parásitos o años antes se lo llevase el filme francés The artist
El orden de las películas va, de acuerdo al parecer de quien esto escribe, de la peor a la mejor. Cada película, de las diez nominadas para la mejor película, llevará un breve comentario sobre la misma, al final del cual aparecerá un link que llevará a la crítica aparecida en un periódico (CODA) y, las demás son de la revista de cine digital encadenados (www.encadenados.org). Entre paréntesis, la calificación que otorgó al filme.
10) CODA: Los sonidos del silencio(1 )de Sian Heder.

Sin duda la peor de las diez, pero, ojo, que su tono edulcorado, su sensiblería puede llevar a parte de los votantes, a tenerla en cuenta. Cómo película es muy floja. Para remate es el remake de un film francés, La familia Bélier(2014) de Eric Latirgau. El titulo original es únicamente CODA pero los distribuidores españoles han añadido Los sonidos del silencio quizá como forma de explicar sobre qué va la película, que cuenta, nada menos, que la historia de una joven de 17 años, única en la familia que no es sorda y que además tiene grandes dotes para convertirse en cantante integrándose en un coro, lo que la lleva a enfrentarse a una serie de problemas y fundamentalmente lo que supone ascender en la carrera musical o atender a su familia. Los buenos sentimientos afloran en un relato donde poco aporta Sian Heder, realizador de varias series, poco destacables, de televisión. Este es su segundo largometraje. La palabra CODA son las siglas de CHILD OF DEAF ADULS, o sea hijos de padres sordos, todo un enunciado de lo que es el filme. Aunque el filme ha entrado de carambola, los académicos siempre dados a sentimentalismos y a casos de personas con problemas, pueden, incluso, premiarla.

9) El método Wiliams (1) de Reinaldo Marcos Green.

El rey de la película es Will Smith, lo más válido, encarnando al padre de las tenistas Venus y Serena Williams. Se trata de un biopic, y, además autorizado por los integrantes de la familia, lo que no suena demasiado bien ya que se supone que todo irá a favor quienes protagonizan la historia. El filme plantea la forma empleada por el padre de las dos tenistas para que pudieran llegar a ser las primeras número uno negras del tenis femenino. El padre las llevó a hacer múltiples sacrificios para poder luchar por su supremacía comenzando por pasar de vivir de un barrio sin problemas a otro enormemente problemático. Una lucha para poder vencer en ambientes hostiles. El director, Reinaldo Marcus Green se formó al lado de Spike Lee, aunque su trayectoria no parece seguir la línea dura del director de Malcolm X, más bien opta por otra mucho más blanda. Sobre todo el filme habla de los años de pubertad de Venus y de Serena, la hermana pequeña a la que el padre, de acuerdo a su método, las impidió jugar en los circuitos juveniles.

Will Smith, nominado al Oscar al mejor actor protagonista, inunda todo el filme, con una muy buena actuación, sin olvidar la buena interpretación de las dos jóvenes protagonistas. Una de las mejores secuencias del filme es la parte en la que asistimos al partido entre Arantxa Sánchez Vicario y Venus, que propició el salto de la joven de 14 años al circuito profesional. Sin ser extraordinaria se deja ver. Será también del gusto de los votantes, ya que plantea la superación de unas personas, a base de sacrificios. Como en el caso anterior sería confundir el cine con una idea o unos sentimientos.
Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6470-el-metodo-williams-3
8) El callejón de las almas perdidas (2) de Guillermo Del Toro

Un director importante, y casi hoy, injustamente olvidado, Edmund Goulding dirigió en 1947, El callejón de las almas perdidas, un buen melodrama, donde Tyrone Power, realizó una de sus mejores interpretaciones, y que se basaba en una novela de William Lindsay Gresham. Ahora Guillermo Del Toro vuelve a desempolvar la misma novela, para ofrecer un filme muy inferior al de Goulding. Dividida en dos claras partes muestra el ascenso y caída de un engreído personaje, perseguido por el recuerdo de un padre castrado al que deja morir, y del que no se podrá librar. Si la primera parte recuerda sobre todo a Freaks (1933) de Tod Browning, con sus monstruos de feria, la segunda se enreda en los vericuetos del cine negro. Si la primera parte es fiel al cine del propio Del Toro con la exhibición de su cine de personajes deformes o de tono fantástico, la segunda se hunde en unos planteamientos incomprensibles donde los personajes no tienen entidad alguna, comenzando por la psiquiatra, interpretada por Cate Blanchett, y que desea emular a la mujer fatal de los thrillers. Ni el personaje de la mujer tiene garra, ni tampoco la trama con (casi nula) con connotaciones políticas. Antes que ver esta versión recomendaría hacerlo con la de Goulding. No creo que actualmente Del Toro, no engaña a nadie con su rocambolesco cine falsamente integrado en el género fantástico.

Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6510-el-callejon-de-las-almas-perdidas-3
7) Dune (3) de Denis Villeneuve

Hay una versión anterior a la novela de Frank Herbert dirigida por David Lynch, que resultó caótica, al ser cortada, reducida de metraje hasta dejarla reducida a 2h 27´ respecto a las más de tres hora que duraba. Ahora en 2021 es un interesante director, aunque no de la categoría de Lynch el que se enfrenta a la misma obra, que, es bueno, decirlo resulta compleja llevarla a la pantalla, por la densidad que Herbert incorporó a su novela, o mejor dicho a sus noveles. Sobre Dune Herbert escribió 6 novelas hasta su muerte (1986) y que luego seguiría con continuaciones y precuelas, hasta llegar a contabilizar más de 21 obras.

El director canadiense Denis Villeneuve, realizador de películas notables como Incendios, Prisioneros, Sicario y La llegada, pretendió desde la denominada, y fallida, vuelta BladeRunner, acogerse al cine espectacular cómo demuestra su empeño en realizar Duneen dos partes (se supone que ambas se correspondan con el primer libro de Herbert), expandiendo la historia de Arrakis, los Atraides y las Bene Gesserit mucho más allá, de ahí que también trate de embarcarse en una serie (interminable) televisiva. Y para demostrar que Villeneuve ya se ha pasado al glamour de Hollywood, olvidando sus maravillosos comienzos, tiene el proyecto de realizar una nueva versión de Cleopatra.
Dune, en su primera parte, es un filme bello, plásticamente impecable, argumentalmente confuso y a veces caótico. Coge lo bueno, no mucho, que había en la película de Lynch, encerrándose en una estructura más abierta, más vivaz y coherente, dentro del caos señalado. Con sus defectos que son muchos, el filme de Deneuve adquiere, por momentos, la viveza de la aventura y de la mirada hacia unos personajes con una cierta vida en la que se trata de esquivar el esquematismo de este tipo de películas.

Link: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6378-dune-3
6) Belfast (3) de Kenneth Branagh

Cuando Branahg comenzó a realizar cine, se pensó estábamos ante un muy prometedor realizador inglés, al menos sucesor de Lawrence Olivier en lo que se refiere a su trasposición al cine de las obras de Shakespeare. Así surgieron, entre otras, sus versiones de Hamlet, Enrique V, Mucho ruido y pocas nueces o Trabajos de amor perdido, adaptaciones que no eran simples representaciones teatrales, pues poseían, además bastantes virtudes fílmicas. En eso iban por delante de las adaptaciones de Olivier. Pero de pronto se creyó un genio de forma que cualquier cosa que realizará fuera excelente, y ahí se perdió Branagh, a pesar de haber conseguido algunos filmes, fuera de Shakespeare interesantes cómo Los amigos de Peter, pero luego vinieron los fracasos con películas de escaso interés o repetitivas (ver, por ejemplo, sus dos últimas adaptaciones de obras de Agatha Christie: Asesinato en el Orient Express y Muerte en el Nilo).

Con Belfast, sus memorias de infancia, desea recuperar su prestigio, vía festivales y premios grandes, como el Oscar. La película resultará comercial y una firme candidata al gran premio de Hollywood, pero no deja de ser un filme de no demasiado interés, lastrado además por un simplificado estudio de la realidad de los años, con el estallido de la violencia entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte. Como muestra de ello, basta ver cómo reproduce el principio de las lucha entre ambos bandos. Los personajes no están definidos, y la historia de ese niño ajeno a lo que está ocurriendo a su alrededor, está cercana a una visión edulcorada que a otra cosa. Personajes confusos como el padre del niño protagonista no son sino una rémora en un filme que parece acercase más a títulos tan falsos como La vida es bella que a la crudeza de la realidad infantil y juvenil vista en Los cuatrocientos golpes. En un excelente blanco y negro, el director, se presenta como un aventajado sucesor de la no menos discutible Roma de Cuaron. No sé qué manía le ha dado ahora a varios directores a hablarnos, y no de forma realista, de su infancia (otro ejemplo es la muy discutible Fue la mano de Dios de Sorrentino, una película como todas las suyas, imitativa de Fellini, En este caso, claro, de Amrcord, con una distancia enorme entre ambas, y, claro, siempre, a favor de la calidad de Fellini). Para remate Belfast toma el cine, unos momentos de las películas que ve el niño protagonista, como elementos simbólicos: una escena de El hombre que mató a Liberty Balance o, más claro, el momento en que Gary Cooper sólo se va a enfrentar a los tres pistoleros que vienen a terminar con él. Pero si los males no han acabado, tenemos una escena final dónde Branagh quiere proponernos el sentido moral, moraleja o mensaje, lo que se prefiera, en la conversación final entre padre e hijo frente a la casa de la niña católica (ellos son protestantes) amiga de nuestro protagonista. Un momento inconcebible en un director que se precie. No todo es malo, faltaba más, en el filme, quedan algunos momentos, pocos, conseguidos, pero en general estamos ante un fraude sentimental, donde la lucha, y sus motivos, de la lucha en Irlanda del Norte aparezcan en forma de nebulosa. Lo cual no infiere, para nada, en el hecho que pudiera ser el Oscar, injusto, de este año.

Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6503-belfast-2
5) El poder del perro (2) de Jane Campión

Jane Campión entró, para muchos, en el mundo de la dirección, pisando fuerte con El piano, para otros no era más que un filme oportuno, al salir en el momento justo, pero a pesar de su aparente grandeza cinematográfica, no era más que un títulos de esos que se llaman de qualité. Sus películas posteriores pasaron como lo eran, filmes correctos, pero cuya importancia se diluía en una falta de profundidad en el análisis de los personajes y en la propia realización carente de ingenio o verdadera trascendencia fílmica. Su último título El poder del perro está basado en una novela de Thomas Savage (no confundir con la novela del mismo título de Don Wilson), que cuenta la presencia de un rudo vaquero, añorando al que fuera su amor, el jefe que tuvo, el que le enseñó todo lo que sabía y le dejo, al morir, su silla de montar, que nuestro protagonista tiene situada en un especie de altar. Una trama de seducción del personaje, que a su vez transmite al hijo de la viuda que se casa con su hermano.

Su adscripción al western es discutible, porque para serlo no basta con la aparición de vaqueros, ovejas y vacas, corrales. Cómo mucho es el cambio de una época donde toda una etapa va quedando atrás ante la llegada del progreso. El lazo que prepara el protagonista, y que terminará antes de morir para entregárselo a su joven admirador y amante, no hace sino crear una historia circular, rodada desde la bella estética que siempre ha imprimido Jane Campion. El oeste está cambiando pero los personajes se repiten, continuaran sus historias personales, emotivas, de iniciación. La distinción entre los dos hermanos está dada de una forma demasiada primaria (la vestimenta de ambos, por ejemplo) y no digamos los signos fálicos presentes en la escena en que el amor entre el duro vaquero y el fino y endeble joven, fluye. Los travelling circulares con los que quiere mostrar la unión entre los personajes, muy en la línea del Hitch de Vértigo o de la de De Palma en Fascinación sólo sirven como elemento subrayador de una narración demasiado evidente y discutible.

En los Globos de Oro recibió el premio a la mejor película dramática, así como también resultó premiada en otros festivales. Demasiado para una película de planteamiento engañoso y con un engolamiento propio de su realizadora. Sea como sea, no es, ni con mucho, el mejor western (de serlo) del año, eso le corresponde a Noticias del gran mundo de Greengrass, película recordatoria por momentos de la gran Centauros del desierto y que muestra, como pocas lo han hecho, el caos existente en las ciudades del sur al terminar la guerra de la secesión.
Link: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6448-el-poder-del-perro-4
4) LicorizePizza(3) de Paul Thomas Anderson

Parece que Paul Thomas Anderson se ha tomado un respiro después de su maravillosa película El hilo invisible y ha pasado, con permiso de los múltiples vídeos musicales que ha rodado entre ambos, a realizar un filme distinto a ese filme, como a su obra anterior, donde alterna películas de la categoría de Magnolia o Pozos de ambición con títulos menores, si se pueden llamar así, como Puro vicio o Embriagado de amor, aunque, eso sí, escoltados siempre por la realización de vídeos musicales. En Liccore Piza, significa algo así como pizza de regaliz, Anderson se traslada al Holwood de los años setenta/ochenta con una banda sonora repleta de canciones de entonces y una fotografía en color acorde con la que se hacía en aquellos años, para recordar, real o imaginariamente, su propia vida en aquellos años.

Un filme en la línea de Ya eres un gran chico de Francis Ford Coppola o (menos) American Graffiti de un George Lucas a la espera de sus éxitos galácticos, en la que Anderson narra las andanzas de unos jóvenes que trabajan, o intentan ser actores o instalarse en el mundo de Hollywood como emprendedores de trabajos que pueden parecer absurdos (la promoción, por ejemplo, de camas de agua), y que confían en un mundo repleto de falsedades (la protagonista trabajando para sacar adelante la candidatura para gobernador de alguien, aparentemente maravilloso, pero que esconde sus verdaderas intenciones). Frustraciones e ilusiones en una carrera continua, esa que mantiene la pareja protagonista, en sus encuentros y desencuentros, para al final, en una de sus carreras para rencontrase, terminar chocando, y fundiéndose en un abrazo debajo de la entrada de un cine donde proyectan una película del agente 007, Vive y deja vivir, título que encierra todo un sentido simbólico.

Agradable de ver en su sencillez, uno no se explica el gran fracaso que ha tenido en taquilla. No se lo merece, ni mucho menos, y es que parece que sólo interesan los filmes de superhéroes en el momento actual. Esperemos que el futuro del cine no sea ese, sino que se habrá a otros mundos y otras historias. Dos grandes actores como son Cooper Hoffman, hijo del gran actor, fallecido en 2014 con sólo 46 años, Philip Seymour Hoffman y Alana, Haim, ambos protagonistas de la historia, él sin ninguna experiencia en cine, ella intérprete de videos musicales (dirigidos varios por Thomas Anderson), están geniales. Entre los secundarios aparece Sean Penn interpretando al avejentado ligón de William Holden recordando aun sus papeles juveniles de los años cincuenta con especial, y curiosa, mención a Los puentes del Toko-ri, realizada en 1954, con lo cual Licoricce Pizza se convierte en un enigma respecto a la propia identificación no sólo del año en el que transcurre la historia, también con la identificación del protagonista con Paul Thomas Anderson nacido en 1970. Las canciones utilizadas también juegan con los años en los que transcurre la historia. Las películas se imponen sobre tiempos y espacios creando el suyo propio.
Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6517-licorice-pizza-4
3) No mires arriba(3) de Adam Mckay

Nadie podía imaginar que Adam Mckay que comenzó haciendo cine en 2004 (anteriormente en 1975 había intervenido en algún episodio del célebre programa televisivo) pudiera llegar a realizar películas, como las últimas realizadas, en las que pase revista a los ciudadanos de cualquier tipo y clase, fundamentalmente gente enriquecida y políticos… fraudulentos. Sus primeros largometrajes siempre con Will Ferrer de protagonista (Pasado de vueltas, Hermanos por pelotas, Los otros dos) no presagian nada bueno. Son comedias a fase de chistes insulsos y de un humor en la línea de un filme que abrió, desgraciadamente, un cierto tipo de comedia gamberra norteamericana: Desmadre a la americana de John Landis, curiosamente no era una mala película, lo malo fueron las imitaciones. En 2013, con un cierto cambio de planteamiento, realiza el último filme con Farrel de protagonista, Los amos de la noticia, y dos años después el cine de McKay da un gran giro con La gran apuesta, una película que precede a otras, que de forma crítica tratará de indagar en la realidad de la vida de su país. La mala uva, cada vez con más fuerza y sentido, estará presente desde este momento en el que rueda La gran apuesta sobre la gran crisis financiera debida a los fondos buitres. A ella seguirá, de momento la mejor de todas, El vicio del poder, impecable retrato, ácido y contundente, de Dick Cheney, el todo poderoso vicepresidente de Bush hijo. Intensa reflexión sobre su ascenso hasta alcanzar un inimaginable poder basado en el fraude y la mentira.

Por si eso no bastara ahora, no se ha estrenado en cines, sólo lo ha hecho en la plataforma Netflix, nos llega la tercera película crítica de su país. No se trata, como en dos casos anteriores de algo que ha ocurrido, pero sí de algo que puede ocurrir. Las noticias falsas, los movimientos cercanos al nazismo se contrapone a la cordura de unos cuantos que quieren impedir la destrucción de la tierra. No mires arriba, pues ese es su título, no deja títere con cabeza. Una presidenta, interpretada magistralmente por Meryl Streep, es sin duda una especie de alter ego del presidente Trump, alocada, populista, negacionista, representa un poder peligroso, junto a sus generales, que cobran a los que necesidad bebida o comida en la casa blanca (un dinero que es para él, ya que esas cosas allí son gratis), un multimillonario descerebrado, el hijo atontado, y con un gran complejo edípico, se erigen con una prensa ávida de favores como jefes de una nación que lleva a la destrucción al país frente a unos cuantos que quieren salvarla, que desean decir la verdad sobre lo que ocurre. Un filme así, podría ser crudo, trágico sin embargo McKay lo hace digerible al estar planteado como una gran sátira repleta de humor, eso sí con altibajos, ya que no siempre el humor es de buena ley. Y una recomendación: en las películas de Mckay no se salgan o no corten antes de que termine el letrero de crédito final (bueno, no deberían salirse o cortar hasta que la pantalla que no ha aparecido el último letrero de crédito). En este filme, McKay, en los créditos finales, nos reserva dos maravillosas sorpresas, una a la mitad de los letreros y otra al final de ellos. Muchas personas habituadas a cortar cuando aparece el primer crédito fina, se perderán la mordacidad de los dos finales que Mckay introduce.

Su siguiente película parece que va en la misma línea de estos tres últimos realizados. Un biopic, como el de Cherry, aplicado a una empresaria fraudulenta. Probablemente nos depare otro suculento festín repleto de delirante humor.
Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6480-no-mires-arriba-4
2) West SideStory (4) de Steven Spielberg

Probablemente estemos ante la mejor película de Spielberg. Toda una sorpresa siendo el remake del filme del mismo título de los años sesenta dirigido al alimón por Wise y Robins según un musical representado con gran éxito en Brooklyn, y en el que la excelente música se debía al gran músico que era Leonard Bernstein. Aquella musical teatral al pasar al cine recibió nada menos que diez Oscar, uno menos del de la película que más Oscar ha obtenido en el certamen. Se trata de Ben-Hurd e William Wyler, que obtuvo once.
¿Cómo era posible que Spielberg, un director además sin ningún musical en su larga carrera, tratara de hacer un remake de aquella película? Al hacerlo, lo lógico, es que fracase, la sorpresa es que eso no ha ocurrido. Su apuesta le ha llevado a realizar un filme muy superior al anterior. Para comenzar la película actual es cine frente a la anterior, que se quiera o no, era teatro. Aquí todo ocurre en las calles de un west side, en plena transformación. Una idea como otras muchas que no estaban en el filme anterior. En Spielberg hay un claro planteamiento social y racial, de construcción de un barrio residencial para desterrar la pobreza de un lugar de enfrentamientos entre los habitantes de etnias distintas y donde la pobreza y el desarraigo dominan por entero. No sólo eso, la lucha entre los portorriqueños venidos de su tierra para trabajar y progresar en Norteamérica se opone a la inactividad, el abandono, y el desamparo de los nativos.

El orgullo, inexiste en la versión anterior, de los llegados a la nueva tierra se remarca al comienzo cuando en la primera lucha entre los dos grupos, entonan el himno de Puerto Rico.
Ni las mujeres, en concreto María, es la tímida y manejada mujer de la primera versión. Aquí María es una mujer fuerte, no viviendo de ensueños, de edulcoramientos, sino de realidades. Si la escena del baile donde la pareja se conoce (en realidad la obra original, como la película se basa en el Romeo y Julieta de Shakespeare) en la primera versión es azúcar con aquel centramiento de la cámara en los protagonistas difuminando los fondos y apareciendo (¡horror!) el techo lleno de estrellas, en Spielberg no hay nada de eso. El amor surge de una serie de miradas, de una especie de impulso eléctrico entre dos seres que se ven por primera vez y donde, además, la mujer es quien toma la iniciativa al dar el primer beso a Toni. La actriz que interpreta a María es, como todos los de sus país, auténticamente portorriqueños, no como en la versión anterior donde prácticamente todos por no decir todos era norteamericanos. Y encima el personaje de María canta de verdad, cosa que no ocurría con Maria/Natalie Wood en el primera versión donde fue doblada.

Una película magnífica en todo, con unos bailes portentosos al aire libre, un personaje, el de Toni, en el que se explica (él fundó la banda de la que ahora se separa) las razones de su cambio, la aparición de Rita Moreno (la novia del hermano de María en la primera película) como la dueña del lugar donde trabaja Toni (el único de la banda nativa que trabaja), la estupenda resolución de la escena del balcón y mucho más. Una película, que sin duda, es, con mucho, de lo mejorcito del año. Si no la han visto y tienen la plataforma Disney, pueden verla y disfrutarla aunque no en una pantalla grande, grande de cine, que es donde debería verse.
Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6484-west-side-story-2021-4
1) Drive my car (4) de Ryusuke Hamaguchi.

Nunca pongo la calificación máxima a una película, un cinco, como no pongo la mínima un cero. En el primer caso porque eso significa señalar la obra máxima y a diferencia de críticos que cada año suelen valorar así a muchas películas, personalmente creo que el tiempo es el único que decidirá si esa obra artística, del medio que sea, es maestra o no. Con el cero tampoco designo a ninguna película, creo que ese intento de poner en marcha y haber acabado una película, por muy floja que sea, es algo a tener en cuenta.
He aquí un filme japonés de un director joven, del cual en el presente curso hemos podido admirar otra de sus obras, interesante pero menor comparada con esta de la que ahora escribimos. Aquella se titulaba La ruleta de la fortuna y de la fantasía. Y en ella ya se podía vislumbrar la riqueza visual de su director.
Drive my car dura tres horas, pero podría durar cinco (como otra que tiene ) y no cansar en absoluto, debido a esa sensación de tranquilidad con la que está rodada. Una forma que podía equipararle al cine de uno de los grandes maestros del cine japonés, Ozu.

Las tres horas del filme se distribuyen en 45 primeros minutos que pueden considerarse como un prólogo (es el momento en que aparecen los letreros de crédito), pero cuya existencia es fundamental para el desarrollo posterior. Luego el resto sería la película en sí y terminaría con un epílogo de muy pequeña duración
Filme que a través de la preparación de la obra de Chejov, Tío Vania, por parte del director de la compañía, el protagonista del filme, profundiza tanto en el fundamento de la obra sobre la necesidad de vivir como en su contrapunto el drama que vive (la destrucción marcada por la ciudad donde se prepara la obra, Hiroshima, es un claro referente) el protagonista, al que se le ha asignado una joven como conductora de un soberbio coche rojo, cuyo dueño es el protagonista al que se le ha detectado un problema en la vista. Y es que nuestro personaje, al igual que la joven conductora, con la que poco a poco va haciendo amistad, permanece ciego a la realidad y tendrá que recobrar la vista, entender, desterrar su pasado, de la misma manera que tendrá que hacerlo la joven conductora. De ahí la visita al otro punto de destrucción: la casa en la que murió la madre de la joven y de cuya muerte se siente culpable.

Drive my car es un film rico en ideas, en conflictos. Todo ello maravillosamente rodado, conteniendo planos y momentos inolvidables: los cigarros de los dos personajes principales emergiendo encendidos al mismo tiempo del coche…
Película sobre la vida, sobre la necesidad de vivir, sobre la necesidad también de aceptar el pasado con sus aciertos y sus errores. El epílogo final dentro de su ambigüedad se abre a diferentes lecturas sobre nuevas formas, nuevos cambios en la vida.
Sí hubiera justicia en los Oscar, y ya que esta película, premiada en diferentes festivales, certámenes, es japonesa, ha sido seleccionada entre las diez que optan al premio (mejor dicho a un doble premio) en la categoría de la mejor tanto en la categoría de las otras diez nominadas, cómo en la categoría de mejor película extranjera, debería, con permiso del filme de Spielberg, llevase esos premios. Sin duda ambas son, sin lugar a dudas las mejores películas nominadas.

Link: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6520-drive-my-car-5
Escribe: Adolfo Bellido López