INTRODUCCIÓN
En 1969 Luis Buñuel rodaba en Francia una película sobre algunas de las ¿herejías? por las que había pasado el cristianismo, o mejor dicho, porque esa palabra es muy general, la religión católica. Las llamaba Buñuel herejías con un sentido irónico, porque más bien de lo que quería hablar era de la persecución de la que habían sido objeto una serie de eclesiásticos o no, que habían querido cambiar ciertos planteamientos de la iglesia, revolucionarlos o ir contra ellos. La historia estaba encauzada por dos peregrinos compostelanos que en el camino se iban encontrando, en persona, con aquellos personajes, perseguidos.

El título del filme era clarificador ya que el camino, o caminos, ya que los caminos hasta Compostela o, si se quiere de forma más amplia, hasta fisterre (es decir el fin de la tierra) son múltiples. Unos caminos, representados claramente por las varias rayas de la vieira, símbolo de ese trayecto, y que en algunos casos se han querido identificar con los de la vía láctea. De ahí que el genial director de Calanda, se decidiera por poner ese título a la película.
El primer capítulo, personaje, que centra la película y con quien nuestros dos peregrinos se encuentran es con Priciliano nacido (aproximadamente) sobre el año 340. Fue obispo. Creo una especie de secta donde trastocaba algunas prácticas de la religión, haciéndola más abierta, razón por la cual fue acusado de gnosticismo y… brujería, siendo ejecutado junto a otros compañeros. Su ejecución fue motivo de controversia incluso que la criticaron duramente ya que consideraban que Prisciliano era obispo, muy piadoso y preocupado por la deriva de la nueva religión. Al parecer hasta el propio Papa de ese momento elevo una protesta.
¿Por qué trata Buñuel al principio a este personaje? Aparte del carácter lineal (los considerados herejes siguen, en el filme, un planteamiento temporal) al guionista (durante muchos años colaboró en sus películas alguien tan excelente como Jean Claude Carrière, que ha trabajado con grandes realizadores como, entre otros muchos, Polanski; nada menos que llegó a escribir unos ciento cincuenta y tantos guiones) y al director le interesaban otras cosas comenzando por título, con el cual se aludía a esa especie de unión que se ha llegado a hacer entre el camino de Santiago y la vía láctea.
Pero, vamos más allá. Al parecer una vez ajusticiado Prisciliano, su cadáver, llevado por sus discípulos siguió un camino que llevaba a fisterre donde seria enterrado. Un camino idéntico al que nos lleva al final del camino y que se corresponde con el camino santiagués. A partir de ahí vienen las especulaciones ¿Qué restos se encuentran en Santiago? ¿Son los de Prisciliano, los de Santiago o… vaya usted a saber? Ya estamos en el punto donde la leyenda, sea del signo que sea (y en la Iglesia, en general, los tenemos a tope, que si sábanas santas, troces de cruces, manteles de la Sagrada Cena, santos griales, los restos de los tres reyes magos en el altar mayor de la Catedral de Colonia…) se impone a la Historia incluso en el tema de las reliquias. Aconsejo, para centrar este tema, la lectura del la interesante novela de Umberto Eco, Baudolino)

En nuestro viaje a Galicia estuvimos en el camino, en donde está Santiago y en el kilometro cero, marcado así en el correspondiente mojón de Fisterre, donde curiosamente muchos peregrinos dejan sus botas… porque ya han hecho el camino. Curioso, no las dejan en Santiago, por cierto, la primera noticia del lugar del Santo, se localiza en Iria Flavia (población donde nació Camilo José Cela), situada a unos veinte kilómetros de Santiago.
DÍA 15 y 16 de JUNIO: Santiago de Compostela
Los dos primeros días los pasamos en Santiago. El hotel no estaba mal, pero tuvieron la, digamos, descortesía en el primer desayuno, distinguir a las personas, se supone, de alto standing de nosotros. No sólo por el hecho de que aquellos desayunaban en el último piso con amplias cristaleras sobre el centro histórico (estábamos a 20 minutos andando de la Plaza del Obradoiro) sino porque nosotros, por ejemplo, de fruta teníamos sólo naranjas y arriba tenían muchas otras variedades. Y quien dice fruta, dice de todo. Una llamada a ITM hizo que en el segundo y último desayuno santiagués, no nos elevaran en volandas (milagrosas) al último sitio, pero si que hubiera más de fruta y de todo…
Cómo el avión llegó a media tarde a Santiago, decidimos dar una pequeña vuelta, cada uno a su aire, a la ciudad. Hay quienes llegaron a la plaza del obradoiro dominada por una de las partes de la Catedral y por el impresionante Parador Nacional. Otros fueron hasta otras de las plazas lindantes con otra de las partes de la Catedral o simplemente se equivocaron y fueron en sentido contrario, admirando, eso sí, varias, de las muchas, casas acristaladas.
Eso sí, al día siguiente todos marchamos al encuentro con el Pórtico de la Gloria de la catedral. Anteriormente era una de las entradas de la catedral, actualmente esa parte está fortificada, resguardad del viento y de la lluvia, encarcelada entre cemento y piedras. El que quiera verla, ya se sabe, tiene que pagar y además se te da un tiempo muy limitado. El tiempo es por grupo, pero si el grupo pasa de 30 hay que hacer subgrupos pero sin que varíe el tiempo concedido al grupo. En nuestro caso hubo que hacer dos grupos. Como el tiempo por grupo es de treinta minutos, nuestra visita se redujo a quince. El guía local no dejaba de mirar el reloj porque a los quince minutos quisieras o no, tenías que irte para dar entrada a otros grupos. El pobre Maestro Mateo al esculpirse en el pórtico de rodillas, parece pedir más tiempo para que el píblico pueda admirar esta magna obra, que haría después de que, entre otros lugares, trabajase en la basílica, colegiata o Monasterio de Santa María, la Real de Aguilar de Campoo. Si se quiere documentar uno sobre ello puede hacerlo acudiendo a la trilogía de Peridis, nacido en Aguilar de Campoo, llamad, de reconquista formada el Esperando al rey, La maldición de la reina Leonor y La reina sin reino, aunque, en ellas, el maestro Mateo sea un personaje más bien secundario, ya que el principal es el rey Alfonso VIII de Castilla, aquel de la batalla de Tolosa. Estoy seguro que cualquier de los lectores saben el año en el que tuvo lugar.
El pobre maestro pues, aparte de recibir anteriormente coscorrones para recibir su sabiduría- si aquella figura en la trasera del pórtico era su figura-, la otra de rodillas era como si implorará que dejarán a los que admiraban la magnitud de su obra, que le dieran tiempo para hacerlo, pero no, la pela es la pela y con la iglesia, amigo Sancho, hemos topado. Así que rápido, rápido que otros esperan. El pórtico por su parte esta separado de la iglesia por medio de una especie de cinta que dice ni para ya puede pasar, ni si está en la iglesia puede entrar. Así que escaleras abajo, donde se puede encontrar una gran pantalla de televisión donde con una magnifica resolución se pasea, a ritmo muy lento, la cámara pudiendo ver cualquier detalle del pórtico sin que ahora nadie te meta prisa. Pero, con su belleza, eso es una imagen grabada y no la que le extasía a uno por su labranza en la piedra
Fuera hace sol, mientras en Valencia, al parecer, el calor era insoportable el de aquí y el que nos acompañará, con pequeños amagos tormentosos, es muy benigno con temperaturas máximas de 22-23 grados y mínimas nocturnas de 10-12.
Por supuesto la plaza del Obradoiro es una gran fiesta. Grupos de peregrinos que llegan, alumnos de colegios. Una gran algarabía la que rezuma la gran plaza.
El primer grupo tendrá que esperar al segundo. En la espera hay quien dice ir a probar los WC del impresionante parador, donde no se puede pasar más allá de la recepción o del bar.
Ya todos juntos el guía nos ofrece ver el museo o enseñarnos algo de la ciudad. La mayoría votamos a favor de lo segundo. Y fue una delicia, porque nuestro guía divertido, irónico era una especie de Emili, aunque en re menor. Nos habló del enfrentamiento de Roma con Santiago, de la negativa de Roma de haberse negado a reconocer que Santiago era el allí enterrado, nos contó secretos, de la pretensión de haber levantado al norte de la catedral un Monasterio que compitiera con la catedral y con torres más altas. Algo que no pudo conseguirse, pero el Monasterio de San Martiño Pinario, se mire por donde se mire es impresionante. Por calles, iglesias por todas partes, se nos llevó hasta llegar al curioso mercado, del todo recomendable.
A la hora indicada, y aún antes de comer, tuvimos una visita al monasterio de San Martiño Pinario. Una guía estupenda nos enseñó la iglesia con su capillas, alucinantes, barrocas y los claustros. Más de hora y media de visita. La comida espera y no se puede, ahora, ver el museo, aunque se nos dice que por la tarde podemos volver y visitarlo. Los que lo hicieron contaron maravillas de esa visita.
Comida, y algún problema ese día en el restaurante. Pensamos que al salir de Santiago, como se dice de muchos santos cuando se iban de los sitios en los que le habían tratado mal. Es decir, quitarnos las zapatillas y sacudir el polvo. No, que no es algo propio de San Vicente, también se cuenta de Santa Teresa y de otros muchos santos aunque que la gran Teresa de Ávila no hiciese ningún milagro… ni falta que le hacía a la monja andariega como tampoco a su gran amigo Juan de la Cruz para ser grandes y reconocidos por los siglos de los siglos.
Nada que en el restaurante se quieren olvidar, cuanto despiste sin serlo se producen, que deben poner vino. Hay que hacérselo saber. Y, entonces, piden disculpas… reales o falsas. Nada de esto nos pasará en otro lugar de Galicia. Y es que esto es… Santiago.
Por la tarde veremos otra iglesia excelente, un ejemplo de maravilloso románico. Eso sí, nos citan a una hora y nos abren medía hora después. Será quién lo hace un sacerdote de más años de Matusalén y con humor de gato mareado. Hay que rogarle que nos permita ver el claustro. Se trata de la Colegiata de Santa María del Sar, que ha tenido la fachada principal que ser apuntalada por medio de arcos. Se venía abajo, algo que en el interior, las columnas inclinadas hacia un lado, el derecho, y es que claro ya estarán en Galicia cansados de tanta lluvia y de que… gobierne, casi ininterrumpidamente, la derecha.
Después de esta visita cada uno a lo suyo. Lo que quiera. Hay hasta quien nos vamos a echar, aunque sean las cinco de la tarde, una pequeña siesta. Y era divertido ver como mientras Elvira y yo íbamos con dirección al centro, ya casi tarde-noche, ver a muchos de la excursión que volvían al hotel. En la tarde la calle do Franco con decenas de sitios para cenar o tapear o la paralela, la de los soportales, lindantes ambas a la catedral están hasta más allá de los topes de gente. A poco descarga una pequeña tormenta. Luego todo vuelve a la calma. El tiempo en Galicia es divertido. Cambia por minutos: puede amanecer soleado y sin viento, luego se cubre, vuelve a azulear, caen gotas de lluvia, atiza el viento… Nunca se sabe con lo que uno se puede encontrar.
Aunque eso sí que se tenga claro aquí, no sólo claro, todo es cuestión de dinero. Un dato: un matrimonio nos cuenta fueron a ver la catedral por dentro, gratis claro, se quedaron a misa por si el butafumeiro actuaba y claro que actuó pero porque un norteamericano, chulo él, quería verlo bambolearse y pago lo que le pidieron para ser uno de los protagonistas en la misa, la última del día.
DIA 17 DE JUNIO: Hacia Fisterre
Decimos adiós a Santiago donde reinaron los arzobispos Fonseca, que tanto tuvieron que ver con Salamanca, sobre todo el II (nacido en la ciudad del Tormes) que se apropio de la diócesis de Sevilla en manos de su tío Alonso de Fonseca I, al que invito a un cambio provisional de diócesis: tú te vienes a Santiago y yo me voy a Sevilla, para luego decir el sobrino al tío como lo que se me da no se quita (de donde viene el dicho el que se fue de Sevilla perdió su silla). Los Fonseca tuvieron grandes amoríos. El mayor de ellos, el de Fonseca II, fue con una gallega, de Betanzos, María de Ulloa. Con ella tuvo dos hijos. El más pequeño fue el también arzobispo Alonso de Fonseca III, que, creo entre otros grandes monumentos, el colegio mayor Fonseca en Salamanca. Su padre quiso ser enterrado en la misma ciudad donde había nacido. El gran mausoleo donde se depositaron sus restos está en la iglesia de las Úrsulas, un convento cercano a la casa de las muertes, a la casa donde murió Unamuno o el parque conocido como campo San Francisco y que en el pasado formo parte del gran monasterio de San Francisco salmantino, que quedó destruido, como muchos otros edificios (por eso a gran parte de esa zona se la conoce con el nombre de los caídos) por la explosión del polvorín durante la guerra contra las tropas napoleónicas.
Hoy Santiago, Fonseca, quedan atrás, decimo adiós, o vamos a llegar al extremo del primero de los caminos, el que se une con conceptos religiosos pero también telúricos; a partir de ese momento iniciaremos otros caminos que nos llevarán hasta el final de otro camino, el que marca la magia de esta hermosa tierra y que nos llevará a San Andrés de Teixido, donde terminará nuestra aventura.
Hoy veremos varias cosas, Nos encontraremos con otra iglesia, de las muchas que encontraremos en el caminar, de calidad la de Santa María de Noia, luego visitaremos la cascada de Ezaro. Esta bien pero no tiene comparación con la que vimos en el viaje a la Vera o no conlleva la dificultad que nos llevó a la cascada del pozo de los humos en los arribes del Duero. Y es que la cascada de Ezaro suena algo así como a obra inalterable paisajista debido a que su caudal está regulado. O sea que llueva o no, la cascada siempre fluye igual. Un dato curioso: la cascada, para que pueda admirarse de día o noche (salvo suponemos los días, abundantes, de niebla) se ilumina cuando anochece. Al parecer desde el confinamiento las luces han sido también confinadas, de forma que hoy los focos no funcionan.
Y de ahí a comer. Nos sentamos y de primero nos ponen una fuente, para cuatro, de navajas. Nos miramos y pensamos, seguimos igual. Pues no, cuando terminamos esa fuente nos ponen otra y otra y otra… Navajas excelentes, no tenían ni un solo grano de arena. Y después unas costillas de ternera. Sí, a partir de aquí las comidas serán excelentes y abundantes. Lo que pasa es que al volver a Valencia la mayoría íbamos a tener que guardar régimen.
Después de comer llegamos a Fisterre. Y la verdad se siente una extraña emoción, pensar que durante siglos este punto se consideró el fin de la tierra, cuando se creía que la tierra era plana y que el sol al ponerse era el último sol de la tierra. Por cierto ¿dónde pensarían se iría el sol para volver al siguiente día? ¿Tendría su casita? ¿Iría a recargarse?
Se entiende por eso del fin de la tierra que este lugar tuviera desde siempre una condición distinta, supiera para el ser humano una especie de lugar divino. Era el fin del camino, ese que luego señalaría Santiago. Pero, lo decimos más arriba, aquí es donde está el kilómetro cero, el punto de llegada y no en la ciudad compostelana. Uno respira y se traslada a otros siglos y luego recapacita sobre la historia de la Humanidad, sobre su evolución, el pase del ayer al hoy. ¡Y lo que aún falta que saber, dominar de esta nuestra tierra a la que debemos amar y que, por no saber hacerlo, se encabrita y nos lleva a esos desastres climáticos!
Dejamos Fisterre y enfilamos hacia La Coruña. EL hotel es estupendo, en un sitio maravilloso, en pleno centro del ismo. A un lado el puerto, al otro las playas, pegado al parque, en medio grandes comercios, sitios de tapeo y su plaza emblemática, la dedicada a una de las grandes mujeres que ha dato Galicia, en este caso María Pita a menos de cinco minutos. Para remate la cena, en el hotel, es impresionante, imposible de terminar. Uno de los platos era lacón con grelos, pero la verdad es que aquello parecía más que eso, un cocido gallego.
DIA 18 de JUNIO: La Coruña
Primera sorpresa de la mañana. El gran comedor donde desayunamos. Si los desayunos en el anterior viaje a la zona de Plasencia, en el parador de la ciudad, eran impecables, estos son super, super… y encima, como en el Parador, uno puede pedir cualquier otro plato que desea. ¡Vaya desayunos! Sin duda, uno de los mejores desayunos-buffet, por no decir el mejor, de los muchos viajes que hemos realizado!
Después toca visitar la ciudad. La guía local, estupenda, nos reconoce del viaje a la Rivera Sacra dónde la tuvimos ya de guía y de eso han pasado varios años…, pero nos recuerda. Y Esther también la recuerda. Me asombra ya que incluso se acuerda de mi nombre. El paseo explicativo por la ciudad. Lo más importante de ella en una ruta que nos conducirá a la torre de Hércules.
Sus iglesias, sus calles, sus casas acristalados y hasta su pequeña catedral, la colegiata de Santa María del Campo o la iglesia más antigua de la ciudad como es de Santiago donde se encuentra la Virgen de la Leche. Mucho románico, en la mayoría de los caso con arreglos posteriores góticos y, por supuesto, la plaza de María Pita, con el monumento a la aguerrida mujer y su espectacular casa consistorial. Un lugar que da lugar a la controversia sobre sus dimensiones que si es mayor o menor que la de Salamanca, por ejemplo. ¿A que viene una discusión sobre este tema? La plaza de Salamanca, nacida al aire de las de Madrid y la de Valladolid es hermosísima, La plaza de María Pita bebiendo de todas ellas, es también hermosa. ¿Entonces?
En una de las plazas se encuentra una estatua de, faltaría más, San Vicente Ferrer, el santo milagrero perseguidor implacable de judíos. Sus milagros se cuentan por decenas, de todo tipo, algunas tan grandes que superan a los que aparecen reseñadas en el Nuevo Testamento, pero, miren, por donde resulta que a todo hay quien gane. En una de las iglesias visitadas en ese viaje aparece una imagen de San Nicolás de Bari, o más amigablemente conocida como Santa Klaus, se detalla un milagro del santo que deja en mantillas al que el dominico llevó a cabo en Morella. En la capilla del santo turco-italiano aparece el relato del más grande de sus milagros: tres niños eran cocinados en una gran olla. Se removía el mejunje con los niños ya hechos caldito, cuando fue a pasar por allí el bueno de Nicolás, que al darse cuenta de la situación, se acercó al caldero y pronunciando unas palabras, las partes de los niños se colocaron en su sitio, el fuego se apago y los niños sin faltarles nada de su cuerpo salieron como personas del caldero. ¿Dónde fueron? ¿qué tenían que ver sus familias o allegados con ellos? Eso no importa, lo único que interesa es que los tres, sin una sola alteración salieron dando, me figura, gracias al santo.
Y entre historia e historia llegamos a la torre de Hércules. Aquello fue el nerviosismo o el silencio llevado a su alto grado. Impresiona la torre vista desde abajo. Se considera el faro romano más antiguo del mundo y el único que sigue funcionando. ¿Qué si se puede subir arriba? Claro, aunque quienes están a la puerta te ponen trabas poniendo multitud de objeciones y dándote un tiempo límite desde que empiezas la subida hasta que llegas, a la vuelta, a la entrada. No, no se puede, entre otras cosas porque no existe, subir en ascensor, así que los quieren tienen doscientos no sé cuantos peldaños para llegar a lo alto, tampoco los que tienen claustrofobia. Varios que las chiquitas sonrientes de la puerta nos lo pusieron algo difícil, para redondear su intento de ausentarnos, declinar la visita era el decir que para llegar arriba teníamos que subir más de doscientos peldaños.
Todo hay que ponerlo en su contexto y este era el mismo que el encontrado para visitar el pórtico de la Gloria. La subida, visita a lo alto y bajada (propia de turistadas encauzadas a recaudar dinero y más dinero en el menor tiempo posible) no podía exceder de la media hora, ya que en ese momento debía ascender otro grupo. Vamos, es si nos ponen delante del cuadro Las meninas y nos dieran que sólo lo pueden contemplar durante cinco minutos.
Varios no hicimos caso y subimos. Para nuestro asombro la subida, y la bajada no tenían demasiada dificultad, se realizó de manera muy simple, muchos incluso (no los contamos) pusimos en duda haber subido, hasta lo alto- una gran vista- tantos escalones.
Después del faro romano habrá que comer por nuestra cuenta, después echarte una siestecita y salir cuando la tarde vaya cayendo a caminar por… donde podamos, ya que hoy toda la zona céntrica en la que estamos se encuentra tomada por pruebas deportivas, al parecer muy importantes, en sus diferentes categorías Nada de coches, prohibición total el sábado de 8 a 22 y el domingo de 8 a 14. Para pasar al otro lado del hotel, donde están los comercios lo el tapeo habrá que buscar los únicos lugares (el resto está vallado) donde encargados del evento permiten el paso, sabiendo que aún no ha comenzado tal prueba o que los corredores ya sea en bicis o a pie se encuentran distantes del sitio donde esperamos para pasar.
DÍA 19 DE JUNIO: Dólmenes, Castros y… más iglesias
Hoy que tenemos varios sitios que ver al aire libre, ha tenido, el tiempo, la osadía de llover durante unas horas, luego, por larde, los angelitos volvieron a coger el bote de pintura y las brochas para colorear la bóveda celeste, de azul.
Lo primero que vimos fue un (se encuentra todo en el lugar bajo techo) centro de interpretación de monumentos megalíticos existentes en España y… en otros lugares de la tierra, así como la explicación del impresionista Dolmen de aquí, Dombate, llamado La Catedral neolítica gallega, por su espectacularidad. Cuando lo vemos, a continuación, lo podemos comprobar. Impresionante.
Después iremos al curioso casto de Borneiro. Desde nos deja el bus hasta el poblado ibero de Bormeiro hay unos 500 metros. Pocos, pero el camino asciende entre árboles y existen rocas en el suelo, desnudas, que debido a la lluvia resbalan. Varios deciden no subir, pero otros luchando contra cualquier elemento u obstáculo subimos. Salvo algún culazo por resbalón, no tuvimos incidente alguno. El esfuerzo de la subida mereció la pena admirar este poblado no reconstruido en ninguna época, estuvo habitado desde el siglo IV a. C. hasta el I d. C. Curiosamente en él no se ha encontrado ningún signo de romanización. Cuenta con unas impresionantes murallas y como todos los castros gallegos (hay cerca de 3000 en toda Galicia) deja abierta perfectamente sus entrañas. Casas circulares, tres líneas de defensa y hasta, poseían una sauna. Se cree que en él vivieron entre 300 y 400 personas y en cada casa llegaban a vivir hasta seis personas. Una auténtica pasada. En este castro, por tener, tenían hasta una primitiva sauna.
Una gozada esta excursión, lo peor que esa estructura circular nos llevó a pensar en los años, ya pasados, en los que vivimos dos interminables veranos bajo la lona, los universitarios que hacíamos nuestra instrucción, o lo que fuera militar, para salir de Sargentos o Alféreces. ¿No recuerdan aquella película titulada 15 bajo la lona? Uno de los más tristes recuerdos de mi estancia en aquellos años de campamento, es escuchar por Radio Campamente, al terminar de comer, la noticia de la muerte de aquella actriz desgraciada en vida, a pesar de sus esfuerzos por demostrar su valía como actriz, que fuese Marilyn Monroe.
Ahora toca comer y después al lado mismo otra iglesia mas la iglesia de San Xian o San Julián de Moraime del siglo XII, en una zona centro de las, entonces, cercanas invasiones vikingos. ¿Qué se puede decir sino que otra joya más? Este lugar era una necrópolis visigótica. Cuenta la leyenda que en este lugar se coronaban los reyes suevos. En la iglesia, en el interior, existen pinturas murales del siglo XVI. Los monjes de Moraime fueron los dueños de todos los campos de los alrededores y, también, del señoría de Muxia, donde ahora mismo nos vamos.
En Muxía no podemos ir sin ver la barca de piedra de la Virgen, una barca de piedra que, vía leyenda, señala la barca en que la Virgen María vino a socorrer a Santiago. Es, en realidad, una piedra oscilante. Nos movemos en el territorio, nuevamente de la leyenda. Normal porque en Galicia todo es posible. Pues bien varias piedras oscilantes situadas en distintos lugares de Galicia, se autoproclaman como los herederos de la barca mariana. Entre otras barcas de piedra están las de Ponteareas, Porriño, Viana de Bolo…
Si en Muxia subimos una cuesta, desde la parte baja del lugar donde se encuentra la barca, la vista es impresionante. No hemos hablado nada de los paisajes que vamos encontrando, de las rías que vamos dejando a un lado. El mar, las cercanas alturas medianas, los árboles no es extraño que hablen de meigas, brujas, enanos saltarines, magos, todo es posible entre estos parajes difíciles de olvidar.
Nos queda otra iglesia antes de llegar a nuestro hotel. Se trata de Santa María de Cambra. Otro edificio románico, que visto por fuera, promete ser estupendo por dentro, Un papel colocado en la puerta indica que el templo está abierto de tal ahora a tal hora. Y debajo un teléfono de contacto. Pues bien llegamos a la hora del papelito y la iglesia estaba cerrada. Esperamos, sigue cerrada. Esther llama al número indicado. Nadie contesta. Esperamos un rato, en vista que todo seguía igual nos marchamos comentando el incumplimiento, la falta de seriedad… Menos mal que estamos ya en la tarde-tarde y era la última parada/visita en el día de hoy, Así que con paciencia gallega marchamos a nuestra casa: en el hotel, que todo hay que decir, todos los que trabajan, poseen dos grandes cualidades: simpatía y profesionalidad. Aseveramos todos (camareros en el bar, el personal de recepción, las mujeres que hacen las habitaciones, los/las que llevan el servicio de comida y desayunos. Un sobresaliente para todos ellos.
Día 20 de JUNIO: Monasterio de Santa María Sobrado deos monxes y Lugo
¡Gran sorpresa de los Monasterio de Santa María Sobrado dos Monxes! Este Monasterio tiene una gran Historia desde sus inicios allá cerca del año mil. En el monasterio, casi desaparecido a mitad del siglo pasado, como muestran, en la tienda, situada como en cualquier monumento o museo que se precie a la salida del edificio, en donde ofrecen productor o más productos referidos, hechos, en el lugar. El final de una visita es el reclamo perfecto para que los visitantes compren recuerdos. No sé si en la mayoría de los casos servirán para mucho, pero eso si el lugar, sus beneficiados, aumentaran sus ganancias. En este monasterio el hermano lego encargado de la tienda parecía un secundario de una comedia española. Era increíble la parsimonia con la que cobraba, los problemas con las devoluciones. Un personaje, parecía, anclado en el tiempo.
Los primeros datos que datan de este monasterio nos llevarían nada menos que a mitad del siglo X, estando formado, impensable en aquel tiempo, por una comunicad femenina y una masculina. Realmente, en sus primeros tiempos fue con un cenobio familiar hasta que en el siglo XII pasa a la orden del Cister. Diversas modificaciones se realizan en los siglos XVI y XVII. Con la desamortización de Mendizábal pasa a manos particulares. Poco a poco el monasterio empieza deteriorarse convirtiéndose casi en ruinas. A partir de los años cincuenta empieza su reconstrucción, haciendo que el monasterio vuelva a cobrar vida, Hasta 1966 no se iniciara la vida monacal en el monasterio, al ser ocupado por una comunidad de monjes trapenses. La reconstrucción total del monasterio se puede decir que es casi de ayer mismo. Una gloria poder visitarlo. Cuenta hoy también con unas hospedería con precios mínimos para los que deseen pernoctar, presumiblemente peregrinos del camino.
Se puede decir, sin duda, que es uno de los mejores monasterios de Galicia. Su mezcla de estilos no daña a la vista. Al contrario realza su majestuosidad. En lo que fuera la iglesia se va de sorpresa en sorpresa como en las dos capillas anexas de la parte derecha, la barroca con su maravillosa sacristía y a su lado, hermanada la románica. Posee tres claustros. En los jardinees un bonito cruceiro (no hemos dicho nada hasta el momento de los hermosos cruceiros que han adornado nuestra ruta, grandiosos aunque no alcancen la belleza y el rigor de los cruceiros existentes en la Bretaña francesa). Este monasterio, sin duda, una de las joyas del viaje, nos ha sorprendido y aplastado ante su grandiosidad.
Luego nos dirigimos a Lugo, la gran desconocida, que ahora saca partido de su gran pasado romano, representado por la inmensa muralla que circunda toda la ciudad y que puede recorrerse en su totalidad. Hoy día, para rememorar ese pasado, tienen lugar durante una semana la gran fiesta romana, denominada el Arde Lucus, iniciada en el año 2002 y que se celebra en los primeros días de junio. Cuanto estuvimos en la ciudad, la fiesta había terminado hacia escasos días. Una fiesta en la que participa toda la ciudad. Sus habitantes se visten cómo se vivieran en la Roma imperial, por sus calles se pueden ver cuadrigas, gladiadores, mercados de época, circo romano… De todo, miren en google fotos de esta desconocida y grandiosa fiesta.
No sólo la muralla merece un paseo, también todo la parte antigua encerrada en las murallas, comenzando por su curiosa catedral, inspirada en gran parte en la de Burgos. En la capilla Mayor se encuentra la talla de Nuestra Señora de los Ojos Grandes, una impresionante imagen de 1,78 metro de alto construida en piedra. Buenos retablos, excelente coro son sorpresas que al visitante, le reserva la visita.
Y después pasear por sus calles interiores y admirar los edificios, el ayuntamiento, las iglesias, Un dato curioso indicativo del cariño y la importancia que conceden a la muralla, es que a las antiguas puertas que contenía se han añadido varias más, conducente cada una de ella, de forma concreta, a los lugares más importantes situados fuera de las murallas como, por citar un ejemplo, la puerta de la estación, que lógicamente conduce a la estación de trenes.
Día 21 de JUNIO:
Hoy termina nuestro periplo por tierras gallegas. Con la visita de las capitales de provincia de La Coruña y Lugo, nuestra asociación habrá completado, a lo largo de los años, la visita a todas las capitales españolas. San Andrés de Texeidor.
Comenzamos el día visitando Betanzos, admirando su plaza y las iglesia de Santa Marina del Azoge y sobre todo la de San Francisco donde se encuentran los imponentes sepulcros de los Andrade. Al lado de la parte lateral de esta iglesia (muy bonita la fachada de la puerta secundaria de la iglesia), se encuentra un gran colegio en el que aun aparecen destacados dos letreros en la partes superior de la entrada a dos escaleras, en una dice niñas, en otra niños, indicativos de una absurda separación de sexos en las aulas, algo indicativo de una época de triste recuerdo. Los y las grandes andarines descubrieron varios otros rincones subiendo y bajando por las empinadas cuestas de la población, mientras otros viajeros decidieron sentarse en alguna terraza. Hay quien recordó que en esta población, como también ocurriera en la catedral de Santiago, actuó la primera coral que hubo en la asociación, siendo agasajados después, por la actuación en la iglesia, de entrada escalonada, situada en la Plaza de la Constitución. Y entre las delicias que el ayuntamiento ofreciera en ese momento, no faltaron las tortillas, dicen que son la mejor del mundo, especialidad de la población.
La impresionante ruta de los acantilados nos llevó a San Andres de Teixido. Uno no explica como nuestro bus de 14 metros pudo pasar por aquellas estrechas carreteras, hay que darle una gran enhorabuena al conductor por su gran dominio del volante, su simpatía, la ayuda que se encontró para todo. Ni un solo acelerón, en una carretera estrecha, desde la que se domina el mar, demuestra su valía. Antes de llegar a Texidor nos paró en un punto de la ruta donde caminando un corto trayecto podíamos llegar a uno de los puntos más alto del acantilado, el sitio donde mejor se dominaba el inmenso paisaje del mar, adivinándose a lo lejos la unión del Atlántico con el Mar Cantábrico, así como se pasó una tarde sin ninguna nube, totalmente soleada, el cabo Ortegal. En un pequeño recodo del trayecto una placa recuerda la muerte de ese buen actor Leslie Howard, derribado su avión civil por uno alemán de combate, cuando volvía a su tierra después de haber estado en Madrid para visitar a su buena amiga la actriz Conchita Montenegro (recordé que en un accidente de avión, pero sin que en ese caso no se debió a ningún acto de guerra, por aquellos años murió Carole Lombard, la mujer de Clark Gable.
Nos espera la visita a la pequeña ermita de San Andres de Texeido, el sitió donde, dice la rima gallega, quien no va de vivo lo hará de muerto, por esos dicen los lugareños haber visto a la santa compaña, es decir a las animas, acudir en procesión a la iglesia. También, dicen, pueden haberse reencarnado en cualquiera animar sea grande o pequeño por lo que hay que respetarles, ya que vienen a ¡purificarse! y alcanzar la gloria. En la parte alta de la pequeña capilla, Enriqueta, como hizo ya en Fisterre, ha desenfundado su clarinete y ha comenzado a tocar bonitas y conocidas melodías.
DÍA 22 de JUNIO: Vuelta a casa
Por la mañana algunos, antes de que nos recogiera el bus para acercarnos al aeropuerto, nos damos un paseo por la cercana playa. El mar está tranquilo y la arena se puede pisar sin hundirse, aquí es mucho más gruesa y compacta que en el Mediterráneo. Si la cribásemos quizá podríamos obtener algunos fósiles. Pero eso no importa, basta con dejarnos llevar por el silencio de una playa vacía donde su orilla es lamida por leves olas que canturrean una leve canción, quizá animándonos a que nos quedemos en esta bonita tierra, pero tenemos que decir adiós porque otra también bonita tierra y otro mar nos esperan, para, contarnos, también historias de historias.
Escribe: Adolfo Bellido López
Imágenes. Fina Morera
One Comment
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Muy bonito relato del viaje y bien aprovechado.