Los que no pudisteis venir, no sabéis lo que os habéis perdido: el viaje
corto más largo en la historia de nuestra asociación. Comencemos por el final.
corto más largo en la historia de nuestra asociación. Comencemos por el final.
Después de una buena comida y sobremesa en Torrebaja, una población cercana
a Ademuz, llegamos a las interesantes ruinas de la villa y castillo del
Marquesado de Moya hacia las seis de la tarde del sábado 26 de septiembre. Fuera
del recinto, pudimos admirar el Rollo del Justicia, lugar donde tenían lugar
las ejecuciones, muy bien conservado. Seguimos en autobús hasta el Arrabal,
barrio a los pies del castillo donde se trasladó parte de la población de Moya en
los años cincuenta del siglo pasado, cuando la villa quedó totalmente
despoblada y abandonada. Desde este barrio, despoblado también en los años
setenta, comenzamos la ascensión a las ruinas de lo que fue una villa
importante, con siete iglesias y un convento, además del castillo, que Alfonso
VIII comenzó a poblar en 1.210. En 1.215, Enrique I concede el lugar en
privilegio a la Orden de Santiago y desde 1,296 hasta 1.480 pasa de mano en
mano, en pago de favores y pactos. Enrique IV hace donación del Señorío de Moya
a D. Andrés Cabrera y en 1.475 los Reyes Católicos confirman la donación,
convirtiendo el Señorío en Marquesado en 1.480.
a Ademuz, llegamos a las interesantes ruinas de la villa y castillo del
Marquesado de Moya hacia las seis de la tarde del sábado 26 de septiembre. Fuera
del recinto, pudimos admirar el Rollo del Justicia, lugar donde tenían lugar
las ejecuciones, muy bien conservado. Seguimos en autobús hasta el Arrabal,
barrio a los pies del castillo donde se trasladó parte de la población de Moya en
los años cincuenta del siglo pasado, cuando la villa quedó totalmente
despoblada y abandonada. Desde este barrio, despoblado también en los años
setenta, comenzamos la ascensión a las ruinas de lo que fue una villa
importante, con siete iglesias y un convento, además del castillo, que Alfonso
VIII comenzó a poblar en 1.210. En 1.215, Enrique I concede el lugar en
privilegio a la Orden de Santiago y desde 1,296 hasta 1.480 pasa de mano en
mano, en pago de favores y pactos. Enrique IV hace donación del Señorío de Moya
a D. Andrés Cabrera y en 1.475 los Reyes Católicos confirman la donación,
convirtiendo el Señorío en Marquesado en 1.480.
Recorrimos lo que queda de la villa donde, gracias a la Asociación de
Amigos de Moya, ya se ha restaurado una Iglesia y el Ayuntamiento. Una segunda
iglesia está en proceso de restauración y se convertirá en albergue de
visitantes. También hay una escuela-taller, que colabora en los trabajos pero
es un proceso lento…Hay que tener en cuenta las dimensiones del espacio, con
doble muralla, dos calles longitudinales de 600 m. y tres transversales de 200
m. Bueno, pues nos dimos un paseo estupendo, llegamos hasta el castillo y
bajamos el camino hasta el autobús, dispuestos a regresar después de un día tan
completo. Llegamos y ¡oh sorpresa!, el autobús no podía arrancar… Y nosotros
en medio de la nada, en medio del Arrabal cuyas pocas casas sólo están habitadas
en verano. Y allí pasamos dos horas largas: unos haciendo Chikung, otros
hablando, viendo fotos de la jornada, reflexionando sobre la decadencia de los imperios,
espantando mosquitos, etc…Eso sí, nos lo tomamos relajadamente y disfrutamos
del momento. Finalmente vino un mecánico desde Utiel arregló el problema y a
las 11 todos en casa. Sin haber podido inaugurar el albergue de Moya, ni
nada…
Amigos de Moya, ya se ha restaurado una Iglesia y el Ayuntamiento. Una segunda
iglesia está en proceso de restauración y se convertirá en albergue de
visitantes. También hay una escuela-taller, que colabora en los trabajos pero
es un proceso lento…Hay que tener en cuenta las dimensiones del espacio, con
doble muralla, dos calles longitudinales de 600 m. y tres transversales de 200
m. Bueno, pues nos dimos un paseo estupendo, llegamos hasta el castillo y
bajamos el camino hasta el autobús, dispuestos a regresar después de un día tan
completo. Llegamos y ¡oh sorpresa!, el autobús no podía arrancar… Y nosotros
en medio de la nada, en medio del Arrabal cuyas pocas casas sólo están habitadas
en verano. Y allí pasamos dos horas largas: unos haciendo Chikung, otros
hablando, viendo fotos de la jornada, reflexionando sobre la decadencia de los imperios,
espantando mosquitos, etc…Eso sí, nos lo tomamos relajadamente y disfrutamos
del momento. Finalmente vino un mecánico desde Utiel arregló el problema y a
las 11 todos en casa. Sin haber podido inaugurar el albergue de Moya, ni
nada…
Quince horas antes:
Salimos muy puntuales, a las ocho de la mañana, en dirección a Chelva, el
pueblo más importante de la comarca de Los Serranos. Allí desayunamos,
visitamos la Iglesia barroca y la Capilla de la Virgen de los Desamparados.
Luego dimos un paseo por la Judería y por el barrio morisco donde, además del
trazado característico de las calles, pudimos contemplar algunos edificios
interesantes como la antigua Mezquita del Arrabal (1.370), posteriormente cristianizada
y convertida en Ermita de la Santa Cruz, pero conservando totalmente el
edificio; es el único caso en la Comunidad Valenciana, junto con la antigua mezquita
de Simat de la Valldigna. También nos asomamos a dos miradores con vistas sobre
el río Turia.
pueblo más importante de la comarca de Los Serranos. Allí desayunamos,
visitamos la Iglesia barroca y la Capilla de la Virgen de los Desamparados.
Luego dimos un paseo por la Judería y por el barrio morisco donde, además del
trazado característico de las calles, pudimos contemplar algunos edificios
interesantes como la antigua Mezquita del Arrabal (1.370), posteriormente cristianizada
y convertida en Ermita de la Santa Cruz, pero conservando totalmente el
edificio; es el único caso en la Comunidad Valenciana, junto con la antigua mezquita
de Simat de la Valldigna. También nos asomamos a dos miradores con vistas sobre
el río Turia.
A continuación, nos dirigimos hacia el Rincón de Ademuz por la carretera
que sigue el cauce del río, llena de curvas. Desde allí pudimos ver algunos
tramos del recorrido que seguían los gancheros, bajando los troncos hasta
Valencia. En Ademuz, visitamos la Ermita de la Virgen de las Huertas donde se conserva
una interesante pintura mural de La Magdalena, del S. XIV. y, a continuación,
la Iglesia Parroquial y la plaza del Ayuntamiento. En la iglesia vimos una
tabla del S.XV que representa a la Virgen de la Leche y que se cree que puede
proceder de la ermita de las Huertas. Durante el recorrido por esta población
admiramos ejemplos de la tradicional arquitectura serrana.
que sigue el cauce del río, llena de curvas. Desde allí pudimos ver algunos
tramos del recorrido que seguían los gancheros, bajando los troncos hasta
Valencia. En Ademuz, visitamos la Ermita de la Virgen de las Huertas donde se conserva
una interesante pintura mural de La Magdalena, del S. XIV. y, a continuación,
la Iglesia Parroquial y la plaza del Ayuntamiento. En la iglesia vimos una
tabla del S.XV que representa a la Virgen de la Leche y que se cree que puede
proceder de la ermita de las Huertas. Durante el recorrido por esta población
admiramos ejemplos de la tradicional arquitectura serrana.
Disfrutamos de una excelente comida en Torrebaja y luego emprendimos las
aventuras del resto del día. Ya las conocéis. Durante el viaje de vuelta, aún
tuvimos humor para ver Tiempos Modernos
aventuras del resto del día. Ya las conocéis. Durante el viaje de vuelta, aún
tuvimos humor para ver Tiempos Modernos
¿Os ha parecido largo? ¡Muchas gracias a Esther por su compañía y
explicaciones !
explicaciones !
(Texto de Teresa Alcalá fotografías de Elvira Ramos, Tomeu Pla y Juan Antonio)