Hemos paseado por la ciudad que mejor resume los vaivenes de la historia en una región industrial y culta.
Ciudad que en el siglo XX saltó del Imperio Austroungaro a la Italia de Mussolini con el horror de las leyes contra los judìos. En la puerta de su barrio hemos estado y recordado a Umberto Saba.
Pasear por la ciudad, ver el maravilloso Adriàtico y después de comer hacernos una foto con la estatua de un viejo conocido que dijo:
Me dan miedo esas grandes palabras que nos hacen tan infelices.
En el restaurante nos dicen que hoy hacia troppo caldo. Era verdad, pero la visita al Miramare nos ha refrescado. Mañana a Croacia.
(Texto y fotos de P.A.D)