La papiroflexia tiene, entre los que la practicamos, un efecto, particularmente, emotivo y satisfactorio: recuerda los tiempos de la niñez y adolescencia, y a la vez nos induce a pensar en la satisfacción que producirá poder enseñar cada forma y figura a nuestros nietos, sobrinos…






(Texto y fotos Jesús Soldevila
Fotos: Elvira Ramos)