MES DE FEBRERO 2020
UN MES… APAGADO
De los Goya a los Oscar
El comienzo del año trae los premios concedidos a las mejores películas estrenadas en el año, por entidades, organismos, críticos e inclusos referentes nacionales, todo claro dentro del mundo del cine, a las mejores, según quien los concede, y con un claro sometimiento a presiones de todo tipo. Simples referencias o ceremonias que más o menos se inician en diciembre (los anteriores tuvieron lugar el 12 de diciembre), aunque sean enero y febrero los meses donde se suelen acumular (premios nacionales en los diferentes países o votaciones en las revistas de cine, y no sólo, de aquí o de allá, ya sean en papel o en digital. Los últimos galardones son en febrero (finales) donde se otorgan los Cesar (premios del cine francés) y, nada menos, que a comienzos de abril se otorgan los David de Donatello (premios del cine italiano).
Los galardones que se otorgan en diferentes países lo que se premia son las mejores películas realizadas allá en el país, o en el idioma, de origen, concediéndose un premio espacial a la mejor película extranjera estrenada en salas comerciales del país otorgador. También existen, en Europa, los premios europeos de cine donde se trata de premiar la mejor película europea del año. A falta de los premios Cesar (del cine de francés) que serán inmediatos, haciendo un rápido paseo por los países que han concedido ya sus trofeos resaltemos que Antonio Banderas, por Dolor y Gloria, ha sido uno de los actores más galardonados y al que casi sólo se le ha negado el Oscar.
Con toda lógica se le ha otorgado a Joaquin Phoenix por su excelente interpretación en Joker.
Sorprenden algunos de los premios concedidos hasta ahora como ocurre con La favorita considerada la mejor película en los EFA (premios del cine europeo). Un filme que no es, ni con mucho, el mejor del director griego Yorgos Lanthimos, cada vez más creído de sí mismo, endiosado como realizador de obras muy premiadas pero discutibles y cuya filmografía va derivando, cada vez más, hacia lo denominado, en el peor sentido de la palabra, cine de autor. La originalidad presente en Canino, incluso desde sus referentes a la obra de Buñuel, intento reproducirla en la menos interesante Alps para desbordarse, con mucha más aplicación a la obra del gran calandés, en Langosta y resultar fallida en El sacrificio de un ciervo sagrado, su primer filme realizado fuera de Grecia donde sus metáforas e inconexiones con la irrealidad para sugerir grandes temas y mensajes, llegan casi al ridículo. Algo en lo que incide, aunque tendiendo hacia una (aparente) más realidad expositiva en La favorita, galardonada en los EFA no sólo como la mejor película sino también con el premio a la mejor ¿comedía? La brillante Retrato de una mujer en llamas sólo obtendría el galardón al mejor guión mientras la reiterativa y a veces inconexa (pero con mensaje), Los miserables se llevaría un sorprendente premio de la crítica.
En los Goya, como era previsible, ganó por goleada Dolor y gloria, descabalgada luego, al igual que actor principal, en los Oscar. Un premio justo para un filme que parece cerrar la trilogía autobiográfica de Almodóvar compuesta, además del por la película citada, por La mala educación y Los abrazos rotos. Aunque en realidad gran parte de la obra del director manchego es autobiográfica, algo nada raro para cualquier artista: impregnar su obra de su propia vida. Ejemplos claros (ciñéndonos solo al cine), entre otros muchos, vendrían expresados y explicados por las películas de Bergman y Hitchcock. Veremos hacia donde deriva, ahora rodando sus películas en inglés y, al parecer, en América, el cine de Almodóvar.
Pero los EFA, Goya, Cesar, Donatello o cualquier otro tienen una clara forma de actuar: apostar por lo seguro, o mejor dicho por esas producciones sonadas, de directores (productoras, intérpretes) reconocidos, olvidando lo novedoso o lo realizado fuera de las grandes productoras. El cine independiente, el innovador, el distinto o no aparece ni siquiera en las nominaciones o se le aparta a la hora de la decisión definitiva.
Y no digamos en el caso de los Oscar. ¿Cuántas películas verdaderamente independientes (una cosa es denominarse así y otra serlo de verdad) han sido nominadas a los Oscar a lo largo de sus largos años de existencia? No sólo, también cabría preguntar cuántas películas excelentes, y hoy día consideradas maestras, no han obtenido Oscar. El último número de la revista de cine Dirigido… estaba dedicado a las películas nominadas pero que no se habían llevado el Oscar a la mejor película. Está bien recordarlo, pero quizá sería mejor pensar en aquellos maravillosos films, numerosos, que no tuvieran ni siquiera una nominación. Ford ganó varios Oscar como director, también algunas de sus películas recibieron el Oscar a la mejor película, pero, sin embargo, esa enorme película suya que es Centauros del desierto no tuvo nominación alguna. Un ejemplo entre muchos.
Los Oscar de este año han sido sorprendentes, y lo han sido en cuanto un mismo filme, lo cual no resulta muy comprensible, se ha llevado el Oscar a la mejor película así como el Oscar a la mejor película extranjera, confirmando además, en gran parte, que la filtración, producida días antes de la ceremonia, era bastante veraz. No es que Parásitos sea un mal filme, todo lo contrario, pero, en principio, ambos premios no resultan demasiado coherentes. Parásitos es sorprendente, brillante, quizá demasiado evidente en su tesis/mensaje, estando de sobra el epílogo. No es, sin dada, aunque sea ahora lo de menos, la mejor obra de su director, Bong Joon-ho, quien nos sorprendió hace unos años con Crónica de un asesino en serie. De cualquier forma, su último filme, con todos los reparos que se le pueden hacer, es un filme magnífico, como queda demostrado además por la unanimidad de la mayor parte de las revistas de cine, o no, que se han decantado por ella como la mejor película del año o cómo mimo una entre las tres mejores.
Se mire como se mire, la cosecha cinematográfica 2019 ha sido bastante buena. No todas las 10 películas que optaban el premio de la mejor película lo eran, pero si la mayoría de las que optaban al Oscar, como se demuestra por la presencia en las nominaciones de títulos como El irlandés, Historia de un matrimonio, Érase una vez en… Hollywood o, incluso, Joker; menos se entiende la presencia de Le Mans 66 o Jojo rabbit y no digamos de la engañosa, falsaría, pretenciosa… 1917 con su falso plano secuencia; en realidad diferentes planos unidos entre sí. Se trataba de hacer creer que toda la película era uno sólo (algo imposible en cuanto la acción del filme comprende más de un día). En realidad el filme, del embaucador (como ha demostrado en otros títulos) Sam Mendes, dramaturgo antes que realizador, tardó en rodarse 65 días y el plano (sin corte alguno) más largo no llega a los siete minutos. Mendes debería aprender cómo narrar viendo/estudiando una secuencia (y nada gratuita) rodada en plano secuencia: el inicio de Sed de mal de Orson Welles. Si su realización es gratuita, no lo es menos su argumento y su desarrollo. Si Kubrick (realizador entre otros filmes del impresionante Senderos de gloria, también, como en el caso de San Mendes, sobre la I Guerra Mundial) pudiera ver… se volvería a morir pero de risa. De cualquier forma este filme engaño (vapuleado sin piedad en el último número de Cahiers du Cinema) recibió, como era de esperar, varios premios a la ¿mejor? película del año en los Globos de Oro y en los premios BAFTA, concedidos por la industria británica, dejando a un lado otros títulos merecedores de ser premiados.
PELÍCULAS ESTRENADAS EN FEBRERO
Si una vez pasado el vendaval de los Oscar, Goya y otros premios, echamos un vistazo a la cartelera no encontramos títulos de calidad, salvo el mantenimiento de títulos premiados o, aún en proyección, desde las navidades, al ser muy comerciales. Se pueden salvar algunos en parte bien pos sus pretensiones, argumentos, ideas pero poco más. Así Sinónimos (con recuerdo y todo a Soñadores de Bertolucci y al artificio de una ya lejana nouvelle vague e intento, ¡nada menos!, que imitar a Godard), premiada el pasado año en el festival de Berlín, cuyo mayor error se encuentra en la dificultad de unificar la metáfora con una lógica narrativa. Eso que tan bien sabía utilizar, por ejemplo, Buñuel. Historia, de todas maneras, de tintes autobiográficos tan irregular como de relativo interés que supone un ataque en toda regla contra Israel (tampoco París/Francia queda bien parada), dirigida por el israelita Nadav Lapid, conocido por acá por uno de sus filmes anteriores La profesora de parvulario.
Ahí está también el último título de Terence Malick cada vez más cargante, tedioso como demuestra esta Vida oculta.. Una primera hora notable, da paso a otras dos hoas interminables y centradas, nuevamente, en la búsqueda ¿espiritual?, en la que parece centrar sus últimos filmes. No estaría mal que Malick volviera a sus principios y distanciará sus películas, en vez de realizarlas de forma obsesiva sin respiro alguno.
Por nuestras pantallas también se pasea, y con cierto éxito, El escándalo de Jay Roach, especializado últimamente en realizar biopic, como lo demuestran Trumbo y All the way (realizada para televisión sobre el presidente Johnson) anteriores a este título que, desde planteamientos feministas (interpretado por tres buenas actrices- Nicole Kidman, Charlize Theron y, la menor conocida, Margot Robbie-) trata de contar la caída de Roger Alies, el tremebundo director de la cadena televisiva Fox, pero a pesar de sus buenas intenciones no consigue sino un filme mediocre… con un cierto mensaje. Si quieren conocer, más a fondo y menos manipulable, la historia de este siniestro personaje, les recomiendo la miniserie de cinco capítulos, La voz más alta, donde se muestra la su ascensión y caída de Roger Alies, interpretado de forma convincente por Russel Crown.
Después de años sin ver ninguna película suya, parece que ahora nos reencontramos de nuevo con un filme del, casi siempre curioso, Brian De Palma, que, perdida su pista durante años, había sido rescatado en 2015 con el documental, De Palma, dirigido por Noah Baumbach y Jake Paltrow, y donde, a través de conversaciones con el director y trozos de sus filmes. Se analizaba su obra. El título que ahora nos llega, se dice, de él es Domino.
Podría ser un feliz reencuentro, pero la verdad es que este filme aunque lleve su nombre poco tiene que ver con el que planteó. Masacrado por la productora, remontado, negad por el propio director que no quiere saber nada de él hasta el punto que pidió no apareciera su nombre en los créditos, se trata de una película insulsa en la que sólo, en algunos momentos, parece intuirse lo que el realizador de Fascinación, Impacto, Vestida para matar, Los intocables, Mujer fatal y tantas otras, quiso hacer.
Lo mejor del mes, no ha llegado en España a ninguna sala de cine, lo ha hecho a través de Netflix. Se trata de Diamantes en bruto de los hermanos Safdie, Desconocido su cine en España (salvo el pase de algunos títulos por festivales) su cine es de gran interés, como demuestra su última realización tan mordaz como impactante. Dos realizadores capaces de conseguir un impresionante ritmo ascendente, sobre todo en su última hora, a través de una historia con muchos puntos de interés, donde, incluso, intervienen personajes reales (un jugador de baloncesto de la NBA, un cantante), interpretándose a si mismos, para dar ese sentido de realidad a la película, que se mueve entre el cine de Cassettes y el de Scorsese. Temible viaje al fondo de un Nueva York de matones, joyeros sin escrúpulos, de familias y de grupos religiosos (judíos) embarcados en ludopatías, en un mundo de engaños y frustraciones. Rodada en gran parte a mano y convirtiendo, lo que demuestra la calidad de los realizadores, a un actor tan limitado como Adam Sandler en excelente- Una película que ofrece la visión de un mundo caótico y donde se logra conducir la acción a un final endiablado, y en cierta forma sorpresiva e irónica, después de asistir, en la hora final, a un gran festín cinematográfico. Sin duda lo mejor que nos ha podido deparar este mes de febrero donde la mediana ha sido el dominante de los estrenos cinematográficos… salvado, el mes, con el magnífico estreno de estos Diamantes en bruto, pero conocido no en el espacio lógico de un cine sino en una pantalla televisiva.
Escribe: Adolfo Bellido López