Este viaje estaba programado para ser el primero del presente curso, pero tuvo que posponerse debido a las inundaciones que hubo en la provincia de Alicante a mitad de septiembre, y que afectó a todo el casco antiguo de Orihuela. El edificio que más daños sufrió fue el Colegio Diocesano en el que se acumuló medio metro de barro. Hay que decir que los oriolanos se emplearon a fondo para que su rico patrimonio histórico y cultural estuviera restaurado para la semana santa, y lo han conseguido.
Fuimos un grupo de 52 personas, en un autobús al completo. Tuvimos una parada hidráulica antes de llegar a Orihuela, que aprovechamos para almorzar. Nada más llegar, visitamos la iglesia parroquial de Santiago, que abrió sus puertas para nosotros. Fue construida en el siglo X. Lo más llamativo es el presbiterio renacentista en forma de arco de triunfo.
De camino a la iglesia parroquial de las santas Justa y Rufina, vimos el exterior del palacio del marqués de Arneva, actual sede del ayuntamiento de Orihuela, de estilo barroco. En una de sus esquinas destaca el escudo nobiliario del marqués. El templo gótico dedicado a las patronas de la ciudad, levantado en el siglo XIV, tiene dos puertas de acceso: la principal y la del evangelio, que está inacabada. Su campanario contiene uno de los relojes más antiguos de España, nos recordó a la torre del Miguelete de nuestra catedral. Son los dos únicos campanarios góticos que hay en la comunidad valenciana.
A continuación fuimos a la catedral, erigida en el siglo XIII. Destaca el conjunto de rejerías del siglo XV, el órgano barroco y la sillería del coro, realizada en madera de nogal cuyos relieves narran escenas bíblicas. El templo tiene tres puertas de acceso de diferentes épocas. El claustro renacentista procede del convento de la Merced y fue trasladado al lugar donde se ubicaba el cementerio. Se accede a él desde la calle. Al lado de la catedral se levanta el enorme edificio del palacio episcopal, que actualmente alberga un museo.
La última visita de la mañana fue al convento de santo Domingo, fundado por el cardenal Loazes. Este gran edificio albergó la primera biblioteca pública de España, fue convento dominicano, y acogió durante casi tres siglos la universidad de Orihuela. Hoy es un colegio concertado que ofrece estudios desde Educación infantil hasta Bachillerato. En el interior hay dos claustros, el renacentista del convento y el barroco de la universidad. La torre de la iglesia destaca por su colorida decoración y abundancia de detalles, que contrasta con la austeridad del resto de la fachada. La iglesia llama la atención por su rica y fascinante decoración barroca.
Comimos en el restaurante de un hotel en el mismo centro histórico de Orihuela. Antes de la comida, muchos aprovecharon para pasar por alguna pastelería a comprar el típico pastel de carne de la ciudad y otros dulces.
Por la tarde estuvimos en el hogar del poeta oriolano Miguel Hernández, donde vivó junto a sus padres y hermanos antes de trasladarse a Madrid. Nos dividieron en dos grupos, uno visitó el huerto mientras el otro conocía la casa y después nos intercambiamos.
Aunque tiramos a faltar a algunas personas habituales, como Esther y Adolfo, hay que decir que Isabel fue nuestra guía turística y acompañante en este viaje, nos explicó durante el trayecto de ida, la economía de los lugares por los que pasábamos, demostró ser una buena profesional, igual que el conductor del autobús. De regreso a Valencia vimos una película que nos dejó Adolfo para que la vuelta se nos hiciera más amena. Llegamos a la Facultad de Historia a las ocho de la tarde habiendo pasado, como es habitual, un día muy agradable.
(Texto y fotografia: Carmen Marco
Video: Fina Morera)