Hoy 8 de marzo, Día Internacional de las mujeres, en pueblos y ciudades se celebran actos conmemorativos y está convocada una gran marcha ciudadana que cada año es más numerosa.
Su origen proviene de 1910 cuando la filósofa y sindicalista alemana Clara Zetkin propuso en la II conferencia Internacional de Mujeres Socialistas la celebración de un día de la Mujer Trabajadora, que finalmente ha pasado a celebrarse el 8 de Marzo y como Día Internacional de las Mujeres.
¿Por qué este recuerdo? La historia, como habitualmente se estudia y explica, está protagonizada por los varones y, en ella solo aparecen algunas reinas, santas o heroínas representando a mujeres excepcionales. Las restantes mujeres hemos estado silenciadas y olvidadas, una consecuencia más de la posición subordinada de las mujeres en la sociedad.
Las mujeres hemos tenido atribuidos, tradicionalmente, los cuidados de la especie, la reproducción y el espacio doméstico, pero hoy, no hay duda, de que muchas mujeres han vivido vidas diferentes, han tenido otros intereses y a ellas se deben grandes avances sociales y científicos…, aunque hayan quedado silenciadas hasta épocas recientes.
Tampoco hay duda de que hoy aún existen muchas mujeres en situación de exclusión, que perciben menores sueldos por el mismo trabajo, que soportan la violencia machista, y tantas y tantas cosas que sabemos.
Por eso, el 8 de marzo puede ser un buen día para pensar en una necesaria revalorización de lo femenino en la sociedad, en nosotras y en nosotros, en nuestras vidas, en cuáles son las problemáticas actuales y que es necesario hacer para que tengamos una vida más justa y en libertad todas y todos.
Escribe: Concha Gisbert
(imagen:wikipedia)